Tras un año viajando por el mundo Javier Pérez, con diabetes tipo 1, acudió al Diabetes Experience Day para contarnos como es viajar por el mundo y que precauciones hay que tomar cuando uno lleva a la diabetes en la mochila. Javier Pérez, gallego de nacimiento y madrileño de adopción, nos relató como han sido estos meses en los que ha estado viviendo en los cinco continentes. Una experiencia extrema para la que con información, conocimiento y apoyo la diabetes tampoco es un factor limitante.
Los consejos de Javier, se podrían resumir, como los de un gran viajero, en la planificación de las cosas. Cuanto mayor y mejor sea esa previsión mejor irán las cosas. Cuestiones como saber el tiempo que vas a estar de viaje, el clima tradicional que hará a los lugares donde acudas, todo el tema de las regulaciones legales y sobretodo el tipo de comidas de la zona visitada, ayuda a que el viaje no suponga ningún problema para una persona con diabetes.
Javier Pérez nos habló de su particular kit del viajero. Un kit en el que todo debe estar multiplicado por dos, y ser transportado en mochilas separadas. Por ejemplo las dosis de insulina. Javier Pérez nos contó que el cuenta las dosis que necesita cada día y las multiplica por dos, de esa manera va con excedente ante lo que pueda pasar.
Además es muy importante la documentación. Un certificado de que eres persona con diabetes se hace indispensable ante cualquier parada de la autoridad que pregunte por el material que llevas en la mochila. En ese kit Javier Pérez también lleva una nevera pequeña y sus inseparables bolsas impermeables que le han sacado de más de un aprieto logístico.
Durante el viaje la comunicación es clave, hay que decir que tienes diabetes a todas aquellas personas que te acompañen. Es la mejor manera de que estas se conviertan en tu mejor salvaguarda. Otro de los consejos que nos ofreció Javier es que la insulina viaje siempre con vosotros, las bodegas de aviones o camiones nos son buenas consejeras para el mantenimiento de la insulina.
Con respecto al tema comida, hay que intentar contar las raciones que hay aunque en muchos lugares ni siquiera se sepa lo que es cada alimento. La clave es siempre la de realizarse muchos controles. En definitiva que no hay que tener miedo a viajar con diabetes porque todo tiene solución.