La diabetes se ha convertido en los últimos años en un problema alarmante de salud global si se atiende al número de afectados y su índice de mortalidad. En la actualidad existen cerca de 415 millones de personas con diabetes a nivel mundial y más de 5 millones en España , de los cuales, en torno a 2 millones de casos no han sido aún diagnosticados. En cuanto al número de defunciones anuales, en España se registran 25.000 casos.
Por ello, y a la vista de esta alarmante realidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destinado el Día Mundial de la Salud de 2016 al análisis y la reflexión sobre la situación actual y futura de la diabetes, consciente de que se trata de una enfermedad que se puede controlar y en la cual las medidas preventivas son esenciales para mantener una buena calidad de vida.
En este sentido, la Federación Española de Diabetes (FEDE) apoya esta iniciativa de la OMS, haciendo énfasis en la importancia de impulsar las siguientes medidas de prevención:
1. Contemplar la prevención como eje clave para el control de la diabetes y de sus graves consecuencias. La diabetes tipo 2 se puede prevenir en un elevado porcentaje de casos con tan sólo incorporar una serie de hábitos o medidas preventivas como son el control del peso, la práctica habitual de ejercicio físico o la alimentación sana y equilibrada.
2. Incluir la prevención de enfermedades infecciosas entre las tradicionales medidas preventivas, al demostrar su beneficio en la mejora de la calidad de vida de las personas con diabetes. La implementación de programas específicos de vacunación garantizarían la protección frente a las principales enfermedades infecciosas. La persona con diabetes es un paciente de riesgo, con un sistema inmune debilitado, y la presencia de cualquier enfermedad infecciosa pone en riesgo el control de su patología y su estado de salud, llegando incluso a impactar en su autonomía. Por ello, se reclama la implementación de programas específicos de vacunación frente a enfermedades como la gripe, el neumococo, la difteria, el tétanos, la tos ferina o el Herpes Zóster.
3. Considerar la implementación de programas de prevención en grupos de riesgo como una inversión en salud. Contribuyen a la mejora del estado de salud y a la reducción el coste del tratamiento de la enfermedad, así como del número y duración de las hospitalizaciones derivadas de la descompensación de su patología de base u otras complicaciones asociadas.
4. Compromiso de las personas con diabetes con el cuidado de su salud y la adopción de todas aquellas medidas preventivas que eviten incrementar los gastos directos e indirectos.
5. Equidad y calidad de los servicios asistenciales y medidas preventivas eficaces. Hay que romper con las desigualdades entre las Comunidades Autónomas a la hora de acceder a tratamientos y medidas preventivas.
En el Día Mundial de la Salud de 2016, FEDE recuerda a los agentes sanitarios: «INTENSIFICA LA PREVENCION, #VENCEALADIABETES»