El origen étnico juega un papel sorprendentemente importante en la forma en la que la diabetes se desarrolla a nivel celular. Un argumento antiguo que vuelve a confirmar dos nuevos estudios dirigidos por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford.
Los investigadores han vuelto a analizar los datos de la diabetes para demostrar que las vías fisiológicas varían entre África y Asia del Este y que esas diferencias se reflejan, en parte, por las diferencias genéticas, por su diferente origen étnico. Los estudios fueron publicados simultáneamente en las revistas digitales PLoS Genetics y Diabetes Care hace unos días.
«Tenemos nuevos datos sobre las diferencias de la diabetes en todo el mundo» dijo Atul Butte autor principal del estudio y jefe de la División de Sistemas de Medicina y profesor asociado de la pediatría y de la genética de la Universidad de Stanford. «Hay más todavía que aprender sobre la diabetes de lo que sabíamos.»
En el estudio publicado en PLoS Genetics, los investigadores comenzaron estudiando la información del genoma de más de 1.000 personas en 51 poblaciones de todo el mundo. Estos individuos eran de las poblaciones indígenas, que representan los primeros grupos humanos en diversos lugares. El autor principal estudió más de 100 enfermedades en busca de diferencias genéticas y se encontró un patrón geográfico claro en la genética de la diabetes tipo 2.
El origen étnico marca el riesgo genético de la diabetes que es más alto para los africanos y menor en países como Japón, China y Corea, donde los genes vinculados a la diabetes parecen ser más menores con lo que el desarrollo de la enfermedad sería menor desde el punto de vista del origen étnico.
En cuanto a la resistencia de estas personas a la insulina, los investigadores encontraron que los africanos tuvieron mayor resistencia a la insulina, pero fueron capaces de compensar con mayor secreción de insulina. En Asia oriental eran más propensos a tener menos capacidad de secreción de insulina, pero esto fue compensado por tener la resistencia normal de la insulina.
El autor principal de este estudio Butte, señala que sería necesario un cambio en cómo los médicos estudian y tratan la diabetes hoy en día, podría conducir a terapias más específicas dando lugar a nuevos tratamientos. «Otros campos de la medicina han sido objeto de un replanteamiento radical en la taxonomía de la enfermedad, pero esto no ha ocurrido aún para la diabetes, una de las amenazas de salud pública del mundo,» dijo. «Si se trata de enfermedades distintas a nivel molecular, tenemos que tratar de entender eso.» Y parece que en el origen étnico de las personas se podría dar con las claves para el tratamiento de muchas personas con diabetes.