Investigadores de la Universidad de Chicago han demostrado que las células progenitoras epidérmicas, las de la piel, pueden ser utilizadas para vehiculizar terapias génicas para corregir obesidad y diabetes tipo 2, un avance que han demostrado en modelos animales utilizando la tecnología CRISPR.
La tecnología CRISPR es una reciente herramienta de edición del genoma que actúa como unas tijeras moleculares capaces de cortar cualquier secuencia de ADN del genoma de forma específica y permitir la inserción de cambios en la misma. Una tecnología CRISPR descubierta por el microbiólogo Francisco Martínez Mojica en su laboratorio de la Universidad de Alicante en la década de los 90, y por la que hoy en día está en muchas quinielas para conseguir el premio nóbel de medicina.
Pero, volvamos a como la tecnología CRISPR podría corregir obesidad y diabetes tipo 2. Y eso sería utilizando un modelo de trasplante de piel en animales inmunocompetentes. Los científicos han conseguido que injertos de piel modificados produzcan y secreten de manera controlada la incretina GLP-1, corrigiendo así la glucemia y el peso corporal en la obesidad y diabetes tipo 2 inducidas por la dieta.
Los autores indican que la piel es ideal para este tipo de aplicaciones, ya que es el más grande y accesible de todos los órganos. Una ventaja adicional de los progenitores epidérmicos es su capacidad de mantener el estado desdiferenciado durante períodos de cultivo prolongados y su baja inmunogenicidad.
El uso de la tecnología CRISPR en estas células permite una edición genética precisa sin necesidad de vectores virales, cuyos riesgos han impedido la progresión de la terapia génica en células somáticas. En la correspondiente publicación, aparecida en la revista Cell Stem Cell, los científicos afirman que el estudio representa una prueba de concepto de que la terapia génica cutánea puede ser útil en la lucha contra las enfermedades sistémicas como la obesidad o la diabetes tipo 2.