La campaña de carácter social «Un paciente una historia de peso», llevada a cabo por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y PronoKal Group, ha logrado importantes casos de éxito, ayudando a reducir significativamente el peso a personas con obesidad mórbida o premórbida de toda la geografía española. Un abordaje terapéutico integral, fundamentado en la supervisión médica, el apoyo multidisciplinar y una dieta muy baja en grasas y calorías han sido las principales claves del éxito.
En la campaña “Un paciente una historia de peso” se ha facilitado una terapia individualizada de apoyo a algunos pacientes que han visto interrumpido su programa de tratamiento médico o quirúrgico durante la pandemia. “El objetivo era proporcionales un soporte de tratamiento individualizado por parte del profesional cualificado de la SEEDO y la aportación, tanto del soporte material como técnico, por parte de la empresa PronoKal”, indica el Dr. Diego Bellido, miembro destacado de SEEDO y Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (A Coruña), quien admite que “un programa como éste no pretende obtener una estadística de eficacia ni seguridad, sino valorar individualmente las motivaciones y experiencias positivas obtenidas, contadas tanto por los profesionales, como por los pacientes que han participado en el proyecto”.
Y es que las personas protagonistas de “Un paciente una historia de peso” quieren ahora, junto a sus médicos y a través de su ejemplo, ayudar a otros como ellos y lanzar el mensaje a la sociedad de que es posible poner solución a la obesidad. Andrea, Juan, Mª Isabel o Rubén son solo algunos ejemplos que, de la mano de sus médicos, dan fe y muestran resultados muy satisfactorios, hasta tal punto que sus vidas han cambiado por completo.
Como asegura el Dr. Ignacio Sajoux, responsable científico de PronoKal Group, “el balance de la campaña es fantástico, sobre todo porque hemos ayudado a estas personas a salir de la situación comprometida de salud en un entorno de pandemia, demostrando que es posible perder 30, 40 y hasta 50 kg y cambiar el estilo de vida, con todos los beneficios que esto conlleva”.
La experiencia de los pacientes
Más de 40 kilos ha logrado perder Andrea Martín, que ahora puede “hacer millones de cosas que antes ni pensaba: me siento más animada, más activa, diferente”. Resalta sobre todo el apoyo recibido por parte de su médico, “siempre dándome ánimos y controlándome”, así como el de la nutricionista, “ayudando en cada paso que daba, incluso cuando necesitaba apoyo adicional”.
Juan Blanco señala que “siempre tenía el colesterol al límite y, tras el tratamiento, este parámetro bajó espectacularmente, así como el ácido úrico”. Empezó pesando 150 kilos y ahora la báscula se acerca a los 100. “Hago los ejercicios de la aplicación de PronoKal, caminatas casi todos los días, incluso subo y bajo las escaleras de mi casa sin problemas”.
Rubén Rodríguez ha logrado rebajar 38 kilos de la mano del Dr. Miguel Ángel Rubio: “Empecé con 139 kg y bajé hasta 101, y mi objetivo es llegar hasta los 95 kg”. Esto ha supuesto, entre otras cosas, que “ahora pueda subir escaleras y jugar con mis hijos sin cansarme. Estoy mucho más ágil, no estoy todo el tiempo cansado”.
En el caso de Juan Carlos Sánchez, uno de los puntos más críticos fue cuando, por un accidente, tuvo que someterse a una resonancia magnética y no entraba dentro de la máquina. “Tuve que pagar para que me hicieran la prueba en una máquina abierta, en un hospital privado. Ahora ya vuelvo a jugar al baloncesto, ir en bicicleta… y quiero seguir perdiendo algo de peso. Mi doctora, Ana Isabel Castro, ha sido un apoyo incondicional”.
“He perdido 20 kilos. Empecé con 107 kg y actualmente estoy en 87 kg. Me encuentro mejor en general, más ágil, voy al gimnasio. ¡Todo el mundo me dice lo guapa que estoy!”, confiesa María Isabel Mestre.
La experiencia de los expertos
Ellos son solo unos ejemplos y unas escuetas vivencias que resumen el drama y la angustia que muchos pacientes con obesidad mórbida sufren a diario, y que suelen acompañar frecuentemente con altas dosis de incomprensión y estigma social. Sin dejar de lado los aspectos médicos derivados de la obesidad como el principal factor de riesgo para el desarrollo de varias e importantes patologías (metabólicas, cardiovasculares, osteoarticulares, psicológicas, laborales, polimedicación, cáncer…), “la estigmatización de la persona con obesidad es un aspecto poco tratado, pero la situación de rechazo social del paciente merece una consideración especial, máxime en la situación actual derivada de la pandemia”, denuncia el Dr. Bellido.
La situación de los pacientes que han seguido este programa ha variado tan significativamente que, en algunos casos, se ha descartado incluso la intervención de cirugía bariátrica. El Dr. Lluís Masmiquel, Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Son Llàtzer (Palma de Mallorca) y médico encargado de coordinar el tratamiento de María Isabel, recuerda que “la paciente presentaba una obesidad mórbida, tenía disnea de esfuerzo, lumbalgia crónica y una gonalgia importante, todo lo cual le impedía llevar a cabo una actividad normal, y se estaba planteando una cirugía bariátrica”; ahora se descarta esta opción e, incluso, añade, “su perfil lipídico y glucemia basal han mejorado, así como su autoestima”. Sin duda, “se ha procurado un abordaje altamente eficaz, lo cual redunda en la satisfacción del profesional y del paciente”.
A juicio de este experto, una de las claves del éxito de este abordaje es el papel del médico, “un elemento esencial para la valoración clínica, prescripción y seguimiento, que garantiza la seguridad y el éxito del proceso”. Pero, además, destacan los beneficios que aportan “la educación constante y el coaching para los pacientes, ya que cumplen un importante valor añadido”. Por todo ello, este experto aconseja que “todas las personas con obesidad mórbida o premórbida valoren la posibilidad de seguir el Método PronoKal con un profesional experto”.
En lo que respecta al paciente del Dr. Miguel Ángel Rubio, Jefe de Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), “se trataba de una persona joven con obesidad mórbida que acudía a nosotros para explorar la posibilidad de realizar una cirugía de la obesidad, tras varios intentos infructuosos previos de pérdida de peso”. Como detalla el doctor, “hemos obtenido con este método una clara mejoría en su calidad de vida y capacidad para realizar actividad física que antes, por limitaciones del peso, no efectuaba”.
Por su parte, el Dr. Fernando Goñi, Adjunto del Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario Basurto (Bilbao) y médico responsable del tratamiento de Andrea, reconoce que “la paciente ha mejorado de todas sus comorbilidades y refiere un estado general excelente, se siente mucho mejor a nivel de autoestima y se encuentra mucho más ágil”. Asimismo, asegura, “cuando los pacientes comprenden bien el método que vamos a utilizar y se sienten escuchados y atendidos, los resultados son espectaculares”.
Tal y como resume el Dr. Goñi, este método de adelgazamiento integral, basado en una dieta cetogénica muy baja en grasas y normoproteica, otorga beneficios diferenciales y a varios niveles:“Resulta altamente eficaz para la pérdida de peso; además, dado que el paciente advierte resultados a corto plazo, se aumenta la adherencia al método; y lo más importante, es un tratamiento que bien indicado es saludable y se consiguen beneficios (en lo que respecta al control de comorbilidades) similares a la cirugía bariátrica, pero con mucho menos riesgo para el paciente”.
Un abordaje multidisciplinar e integral
El tratamiento empleado en estos casos ha seguido el enfoque que utiliza PronoKal, con un abordaje totalmente multidisciplinar. El principal pilar es el médico experto, que coordina las acciones y modula la intensidad del tratamiento, siendo el responsable de entender y evaluar los momentos que va atravesando el paciente y adaptando cada paso del programa para conseguir la máxima adherencia al tratamiento. También es fundamental el equipo dietético, un fiel aliado del paciente durante todo el proceso, que se encarga de ayudarle a aprender e incorporar nuevas estrategias nutricionales. Además, se incorporan expertos en actividad física y coaching, encargados de completar este enfoque de tratamiento integral. A todo ello se le suman herramientas digitales, que aumentan la eficacia, el autoseguimiento y la adherencia.