El techo de África, el Kilimanjaro, hasta allí se ha marchado una mujer con diabetes que cada año se reta a si misma y a su diabetes. Hablamos de Susana Ruiz, quien una vez más nos demuestra con sus hazañas que no hay sueño que no se pueda acariciar con las manos si uno lo desea.

Susana lo ha vuelto a conseguir, en esta ocasión mirándonos desde el techo de África, desde el monte más alto del continente más pobre y desconocido. Desde allí no ha mandado esta crónica de una persona con diabetes que maneja un ilusionante mensaje.

CRÓNICA DE SUSANA
En África se puede ver en una misma imagen la grandeza de la naturaleza y sus habitantes y la crueldad e injusticia de este mundo. Un continente tan rico en recursos, paisajes y calidad humana y sin embargo tan pobre.

Ha diferencia de nuestra aventura en NEPAL, en esta ascensión contaba con toda la fuerza de toda la gente que durante estos años en diferentes ocasiones me ha mostrado su cariño y apoyo en las charlas y esto me aporto más fuerza para llegar a la cumbre. Toda su energía positiva viajo conmigo hasta la cima.

Un 14 de octubre volábamos rumbo África, nervios precedidos por unos días de ingreso en el Hospital por vértigos pero que no impidieron proseguir con el viaje sino darme más fuerzas para cumplir con otro sueño. El éxito de esta expedición ha sido el enorme respeto que teníamos por esta MONTAÑA, por el KILIMANJARO.

Durante todo el año 2015 estuvimos preparándonos, conocíamos el riesgo principal del KILIMANJARO, la FALTA DE ACLIMATACIÓN. Se sube en 6 días por la RUTA MACHAME, (o Ruta del Whiskie) demasiado rápido para alcanzar un 6000. Por ello realizamos otra ascensión, el MONTE MERU de 4600 metros de altitud para ayudar a conseguir una buena aclimatación, para tener más posibilidades de éxito con el objetivo , EL KILIMANJARO, el techo de África.

Ha sido un viaje donde no he dejado de sonreír, estaba feliz de estar en ÁFRICA , perseguía la cima de una montaña emblemática como el KILIMANJARO. Símbolo en el mundo entero y que forma parte de la famosa lista de las 7 CIMAS.

Su altitud y ubicación la convierten en la montaña aislada más alta del mundo. De casi 6000 metros de altitud y con unas vistas increíbles, su pico UHURU PEAK significa LIBERTAD.

No olvidaré nunca la primera vez que vi desde el hotel al KILIMANJARO. Es una montaña enorme que se ve completa, desde su base y esto hace que seas consciente de su magnitud. Sóla, aislada, no tiene a otras montañas que la protejan, tan sólo las nubes la cubren durante largas horas del día y hacia última hora de la tarde se presenta totalmente despejada dejando ver su cima. Pero antes teníamos que preparar nuestro cuerpo a la altitud y nos encaminamos a encumbrar el MONTE MERU. Este es un estratovolcán, ubicado en el cordón montañoso al este del Gran Valle del Rift, a 70 km al oeste del Kilimanjaro en Tanzania. Con una altura de 4.600. Es una montaña que por si sola ya merece la pena por sus paisajes , también más técnica. Desde su cima se puede disfrutar de unas vistas impresionantes del KILIMANJARO asomando por encima de las nubes.

Llegamos al Parque de ARHUSA desde donde se inicia la ascensión, los dos primeros días recorrimos zonas de selva tropical, donde la vegetación era muy abundante y acompañados en todo momento por un ranger que nos protegía de la fauna existente.

Monos, Jirafas, Búfalos nos observaban con indiferencia mientras nos íbamos adentrando cada vez mas en los exuberantes bosques en la falda de la montaña. El calor fue muy intenso durante los dos primeros días, refrescando luego las temperaturas según íbamos alcanzando altura. Pronto el paisaje cambio por completo y empezó a predominar la aridez de la alta montaña. Con una imagen volcánica, color ceniza. En esta montaña descansábamos en refugios, básicos pero funcionales.

El dia antes de la ascensión dormimos a 3500 metros de altitud y realizamos una pequeña ascensión a la tarde a LITTLE MERU 3800 para aclimatar.

Nos acostamos muy pronto, a las 2 de la mañana nos levantaríamos para iniciar el ascenso. Era una noche despejada, el cielo totalmente estrellado y una temperatura muy agradable. Siguiendo los pies de nuestro guía con la luz de nuestros frontales íbamos alcanzando altura poco a poco ,sin prisa pero sin pausa por un serpenteante y bien marcado sendero. Atravesamos algunas zonas más técnicas, numerosos tramos de piedras , barrancos, parábamos a beber agua y a tomar alguna pasta o gel para conservar las fuerzas.

Después de 4 horas estábamos llegando a la cima y el sol empezaba a divisarse en el horizonte, una luz naranja muy intensa empezó a maquillar el cielo y a calentar nuestros cuerpos.

La sonrisa empezó a aparecer en nuestras caras. Lá última parte fue dura por la altitud, también por la trepada que había hasta la cima con una caída considerable que no daba cabida a ningún error. Nuestro Guía Juma vio que me estaba costando esfuerzo la última parte, me cogió la mano y en los últimos metros fue entonando una canción para darme fuerzas.

Las vistas desde la cima eran increíbles, el MONTE KILIMANJARO se mostraba majestuoso por encima de las nubes, estaba esperándonos y nosotros desde la cima del MERU le pedimos permiso para llegar a su cima.

Después de otras 4 horas de bajada ,descansar en el refugio y otras 3 de bajada, llegamos al primer refugio donde pasamos esa noche contentos de haber alcanzado el primer objetivo. Durante el descenso pudimos observar todo el inmenso paisaje del MERU que la oscuridad de la noche no nos había dejado. También disfrutar de su cráter.

Al día siguiente marchamos a MOSHI, centro de operaciones donde teníamos que descansar aquella tarde para al día siguiente iniciar el viaje al KILIMANJARO. Habían transcurrido ya 4 días de la primera parte de nuestra aventura al día siguiente empezaríamos otra. Nos levantamos y todo el equipo estaba muy nervioso, ansioso, porque sabíamos que el plato fuerte de la expedición empezaba ese día.

El trayecto del HOTEL a las puertas del PARQUE fue eterno, o por lo menos nos pareció. Una vez llegamos tuvimos que esperar a que nuestros porteadores y guías terminasen todos los trámites. No podíamos parar quietos¡¡¡ Un mono intento quitarnos parte de nuestra comida. Al final pedimos permiso al guía para iniciar nosotros la ascensión mientras ellos terminaban los tramites.

El primer recorrido es un sendero fácil, que va alcanzando altura de forma tranquila y rodeado de vegetación, monos etc. Salimos de 1800 metros alcanzando los 3100. Llegamos al primer campamento antes de que nuestros porteadores hubiesen montado las tiendas y tuvimos que esperar un rato.

Al día siguiente la primera parte se hace pesada, por la dureza del inicio y también por el increíble número de personas que nos encontramos durante el trayecto, gente sin mucha experiencia montañera que nos hacen ralentizar nuestro paso.

Recorrimos la ruta MACHAME, más alpina, con algún paso más complicado, entre las nieblas y el paisaje volcánico de esta montaña. Dormíamos en tienda de campaña, por las noches después de cenar en la tienda comedor, junto con la luz de los frontales escribía lo vivido durante el día. De vez en cuando las nubes nos regalaban una imagen de la cima impresionante. Luego volvían a cubrir con su manto al TECHO DE AFRICA.

El último día fue mágico, salimos del campamento de altura a las 12 de la noche, iluminando el camino con la luz de nuestros frontales, fuimos a una velocidad de unos 150 metros de desnivel la hora. Pole pole como dicen en Tanzania. Fuimos adelantando gente agotada, derrumbada por la altura. Desmayos, vómitos, pero ajenos a todo aquello nosotros continuamos hacia adelante. Noche despejada, fría pero sin nieve ni precipitaciones, el viento justo.

De vez en cuando miraba hacia los lados para ir observando el horizonte y aquellos gestos me fueron regalando imágenes fantásticas , estábamos por encima de las nubes que se vislumbraban entre la oscuridad de la noche.

Minutos antes de llegar a STELLA POINT de 5700 metros de altitud, la mano derecha empezó a dolerme con fuerza, no podía mover los dedos y me puse muy nerviosa, pero aquello acabo pronto porque el sol empezaba a asomar por el horizonte, fue describiendo una línea naranja que fue cogiendo más y más fuerza y que fue calentando nuestros cuerpos que llevaban expuestos muchas horas al frió de la noche.

Hacia las 6h20 llegamos a STELLA POINT, las primeras lágrimas amanecieron en nuestros ojos ,sólo quedaba disfrutar de los últimos 200 metros de desnivel hasta el pico UHURU PEAK. Pico más alto de AFRICA que significa LIBERTAD.

Apagamos las cámaras de fotos, queríamos sentir, no queríamos adulterar nuestros recuerdos con imágenes de una instantánea, fuimos pole pole, recorriendo el último tramo, disfrutando de las vistas, del glaciar, del cráter, y de la inmensidad de la cima.

Nos íbamos cruzando con gente que volvía del pico, unos con caras de alegría, otros con las fuerzas muy justas, pero nosotros seguíamos hacia adelante.

No olvidaré nunca el momento en el que vi por primera vez el PICO UHURU PEAK, emocionada y sin poder hablar lo señale con la mano a mi marido ,emocionada, feliz. A LAS 6H49 LLEGAMOS.

Llegamos y empezamos a bailar, a saltar, hacia un día espectacular, soleado que nos dejó disfrutar durante media hora, sacarnos fotos para inmortalizar el momento.

HABIAMOS CONQUISTADO EL TECHO DE AFRICA ¡¡¡¡¡¡¡¿O nos había conquistado él a nosotros? Una vez más la Diabetes no supuso ningún problema, es más , en esta aventura, me ayudó toda la energía positiva acumulada durante las charlas y lo vivido durante estos tres años.

El monitor continuo Dexcom G4 funcionó correctamente hasta la cima, el GlucoMen LX PLUS también, realizaba unas 5 mediciones de glucosa al día, para ir calibrando el monitor y e ir tomando decisiones. No hubo errores ni en altitud ni con el frío. Siempre pegados al cuerpo. Por las noches los metía en el saco de dormir, incluso las tiras de glucosa para evitar sustos.

Coincidieron los datos del MEDIDOR CONTINUO Y EL GLUCÓMETRO y eso aportaba tranquilidad, me ayudaron a tomar las decisiones correctas. El equipo médico de Galdakano recibió de forma correcta los datos y ahora queda estudiar los mismos para interpretar y sacar conclusiones. MENADIAB MOBILE una vez más mi aliada.

Los parámetros fueron parecidos a los de NEPAL, objetivo de glucemia 150-200 para evitar hipoglucemias. Durante la ascensión al MONTE MERU mis glucemias fueron más justas(80 –90) y tuve que ir tomando mas GLUC UP 15 para evitar una hipoglucemia, que no sufrí en todo el recorrido. Sin embargo el día de la ascensión, una vez habíamos descendido al campamento de altura, descansado 2 horas y repuesto hidratos de carbono con un plato de arroz, tuve un susto que no fue a más.

Mi estómago después del esfuerzo de mas de 15 horas ascendiendo, no tuvo muchas ganas de comer y eso provoco que no repusiese correctamente mis reservas de glucógeno. Estaba literalmente exhausta, me esforcé pero no recargue lo suficiente. Por ello, en nuestro descenso del campamento de altura al otro campamento(4 horas de bajada) al inició sufrí una bajada de glucosa de forma muy rápida pero sin llegar a unas cifras preocupantes. Empecé a notar mareos y falta de fuerzas y me hice un control glucémico. Marcaba 150. También el Monitor Continuo, pero indicaba 2 flechas hacia abajo e iba descendiendo la cifra de forma muy rápida. Al poco volví a hacerme un control y ya marcaba 120. Así que empecé a corregir con GLUC UP 15 .La glucemia llego a 80 pero no pasó esa cifra y pude mantenerme en pie y con fuerzas para continuar bajando. Había solventado el problema¡¡¡¡