Es significativa la conclusión de un trabajo de revisión que ha llevado a cabo el profesor Norbert Stefan, del Centro alemán para la Investigación de la Diabetes (DZD) y del hospital de la Universidad de Tübingen, en el que destaca por qué y en qué medida una gran circunferencia de la cadera, una estimación del aumento de la masa grasa en la parte inferior del cuerpo, protege de la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares (ECV).
El estudio, publicado en Lancet Diabetes Endocrinology, también ofrece novedosas explicaciones sobre cómo una gran cantidad de masa grasa en las caderas y piernas es muy importante para mantener la salud metabólica.
Además, el profesor Stefan analiza las modificaciones del estilo de vida y las intervenciones farmacológicas que mejoran la distribución de la grasa corporal, y subraya cómo un enfoque en la masa grasa corporal inferior ayuda a los clínicos en la evaluación de riesgos y la comunicación con el paciente.
Como se conoce, el aumento de la masa grasa es un factor de riesgo importante para el aumento mundial de la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, para una determinada masa grasa, existe una gran variabilidad en el riesgo de estas enfermedades cardiometabólicas.
Por ejemplo, algunas personas delgadas tienen un riesgo inesperado de sufrir diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, que es similar al aumento del riesgo que se observa en la mayoría de las personas obesas.
Lo que estos dos fenotipos tienen en común es un aumento de la parte superior del cuerpo y, más específicamente, un aumento de la masa grasa visceral (dentro del abdomen, en la cadera).
Más grasa en la cadera, menos riesgo de diabetes 2
En su trabajo, el profesor Stefan destaca los mecanismos que resultan en el almacenamiento de energía en diferentes depósitos de grasa del organismo, o de forma ectópica, en órganos como el hígado, páncreas y corazón.
Así, analiza los estudios que demuestran hasta qué punto la medición de la grasa en la parte inferior del cuerpo (cadera y muslos) es útil para estimar el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Una serie de trabajos publicados recientemente proporcionaron respaldo genético a la afirmación de que una cantidad baja de grasa visceral estimada y una cantidad alta de grasa corporal inferior pueden ser igualmente importantes para mantener la salud cardiometabólica.
El equipo de investigadores alemanes del DZD proporciona en este estudio nueva información con imágenes de resonancia magnética que respalda esta hipótesis.
En otro apartado, el profesor Stefan analiza los mecanismos que pueden conducir a una redistribución dramática de la grasa de la parte inferior a la superior del cuerpo durante el envejecimiento. En este punto, subraya la importancia de los cambios en los niveles de hormonas sexuales, tanto en hombres como en mujeres.
También destaca estrategias, relacionadas con cambios en el estilo de vida o tratamiento farmacológico en enfermedades asociadas con la distribución desproporcionada de grasas, como la enfermedad del hígado graso no alcohólico o un fenotipo similar a la lipodistrofia, que ayudan a dificultar dicha redistribución de la grasa.
Finalmente, ejemplifica cómo el enfoque en la masa de grasa corporal más baja ayuda a los proveedores de atención médica a evaluar mejor el riesgo de enfermedades cardiometabólicas y a comunicar este riesgo a sus pacientes.