La Federación Española de Diabetes (FEDE) ha celebrado, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, de Sevilla, la jornada de debate “Impulso a la introducción y acceso a las NNTT e innovación en diabetes”, en la que se ha destacado la necesaria adopción de nuevas medidas para el abordaje de esta patología. El principal motivo de llevar a cabo este acto en Andalucía se debe a la relevancia que, desde hace años, ocupa la diabetes en las políticas públicas en esta región, en gran medida por la elevada prevalencia de la diabetes en esta CC AA.
En este sentido, el Plan Integral de Diabetes de Andalucía señala que en torno a un millón de personas padecen diabetes en la Comunidad Autónoma; el 90% de tipo 2, aunque un tercio del total lo desconoce. Asimismo, y según apuntan desde la Sociedad Española de Diabetes (SED), además del 15,6% de la población andaluza adulta con diabetes, hay otro 15% más de población que tiene un riesgo elevado de padecer diabetes tipo 2.
Mª Asunción Martínez Brocca, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de Macarena y directora del Plan Integral de Diabetes de Andalucía, ha comentado estos datos de prevalencia, señalando que “hacen que sea prioritario el impulsar medidas efectivas de prevención de la diabetes tipo 2 y del sobrepeso y la obesidad a través del fomento de estilos de vida saludable, basados en el patrón de dieta mediterránea y la promoción de la actividad física. Así mismo, es importante incidir en un diagnóstico precoz de la diabetes, tanto en la tipo 2, que al ser asintomática precisa de un cribado oportunista en población de riesgo, como de la tipo 1, mediante la identificación de síntomas cardinales, como poliuria, polidipsia y pérdida de peso».
La administración andaluza y la diabetes
Por su parte, la viceconsejera de Salud y Familias de Andalucía, Catalina García Carrasco, explicó el planteamiento del Gobierno Andaluz para adoptar todas aquellas novedades que demuestren su eficacia y coste-efectividad, resaltando que “en el presupuesto de 2019 se ha incluido una partida para la ampliación de prestaciones como los sistemas integrados para el control de glucosa en niños menores de 4 años, así como la formación de profesionales y pacientes para comenzar en 2020 con la implantación de monitorización de la glucosa bomba-sensor y dispositivos flash en otros grupos de la población, como personas con discapacidad o limitaciones funcionales graves, personas con hipoglucemias de repetición, gestantes o en planificación de gestación, y personas con control metabólico no óptimo”.
Precisamente Andalucía es una de las Comunidades Autónomas de España que más han apostado por la implementación de este tipo de tecnologías, como los sistemas de monitorización de glucosa. Esto ha sido posible, en gran medida, gracias al trabajo que han realizado las asociaciones andaluzas de personas con diabetes, lideradas por la Federación de Asociaciones de Diabéticos de Andalucía (FADA), entidad miembro de FEDE. Como ha explicado su presidente, Francisco Pérez Barroso, “nuestra labor es la de escuchar las necesidades de las personas con diabetes y transmitírselas a las administraciones sanitarias, para que tomen las medidas oportunas; además, trabajamos para que los pacientes cuenten con toda la información disponible sobre aquellas alternativas y nuevas tecnologías, que pueden ayudarles a dar un paso adelante en el control de sus niveles de glucosa en sangre y, en definitiva, en la mejora de su bienestar”.
El papel de las nuevas tecnologías en diabetes
Los ponentes han coincidido también en dos aspectos más de gran relevancia. Por un lado, el papel que han jugado las nuevas tecnologías y el desarrollo de la innovación en el tratamiento de la diabetes, en los últimos años, y el gran potencial de este tipo de herramientas, para la mejora de la calidad de vida de los pacientes, y sobre todo en una CC AA cuya media de población con diabetes supera la nacional, que se encuentra en torno al 14%. Y por otro, el tema de los costes, tanto directos como indirectos, que supone el tratamiento de la diabetes para las arcas públicas, apuntando a la necesidad de que los gobiernos, locales y nacionales, inviertan en salud, a través de las soluciones innovadoras y que favorecen la sostenibilidad de los servicios sanitarios, como las nuevas tecnologías, que se han probado coste-efectivas.