Las mujeres embarazadas con diabetes quizá se enfrenten a unas probabilidades más altas de que su hijo pudiera desarrollar autismo, según un nuevo estudio. Independientemente de que se trate de diabetes tipo 1, tipo 2 o gestacional, que afecta específicamente a las mujeres embarazadas, tener diabetes podría vincularse con un mayor riesgo de desarrollar autismo, señalaron los investigadores.

«El riesgo más alto parece ser con la diabetes tipo 1, y entonces con la diabetes tipo 2 y la gestacional», comentó la investigadora principal, Anny Xiang, directora de la división de investigación bioestadística en el Grupo Médico Kaiser Permanente del Sur de California, en Pasadena, California. Xiang advirtió que este estudio no puede probar que la diabetes de una madre provoque autismo, solo que ambas cosas parecen estar asociadas.

Los hallazgos sugieren que el riesgo de desarrollar autismo varía según el tipo de diabetes y si se diagnosticó a principios o finales del embarazo. Se observó un mayor riesgo cuando la diabetes se diagnosticó a principios del embarazo, dijo Xiang.

Thomas Frazier, director científico de Autism Speaks, una organización defensora del autismo, apuntó que «los aumentos en el riesgo no son inmensos». Frazier, que no participó en el nuevo estudio, añadió que «que las mujeres no deban preocuparse. Debería motivarlas a hablar con el médico y a asegurarse de que su diabetes esté bajo control, porque esa es la parte que pueden controlar».

En el estudio, el equipo de Xiang recolectó datos de más de 419,000 niños nacidos entre 1995 y 2012. Durante un seguimiento promedio de 7 años a partir del nacimiento, más de 5,800 niños desarrollaron autismo. El equipo de Xiang encontró que más o menos de un 3 a un 4 por ciento de los que desarrollaron autismo tenían madres con diabetes tipo 1 o tipo 2 que se diagnosticó en las primeras 26 semanas del embarazo.

Para las mujeres con diabetes gestacional, el riesgo fue de más o menos un 3 por ciento cuando se diagnosticó en las primeras 26 semanas del embarazo. No está claro por qué la diabetes podría vincularse con un mayor riesgo de autismo. Tampoco se sabe si controlar la diabetes reduciría el riesgo, añadió Xiang.

El autismo, o los trastornos del espectro autista, son una variedad de afecciones caracterizadas por problemas con las habilidades sociales, las conductas repetitivas, el habla y la comunicación no verbal.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., uno de cada 59 niños de Estados Unidos sufre de alguna forma de autismo, lo que incluye a 1 de cada 37 chicos y a 1 de cada 151 chicas.

Los investigadores encontraron que los bebés de madres con diabetes tenían un mayor riesgo de desarrollar autismo que los niños cuyas madres no sufrían de diabetes. Xiang dijo que «evaluar el riesgo de autismo en los niños nacidos de madres con diabetes tipo 1, tipo 2 y gestacional diagnosticada a principios del embarazo podría justificarse para una intervención temprana».

El informe aparece en la edición on line del 23 de junio de la revista Journal of the American Medical Association, y se presentó en la reunión anual de la Asociación Americana de la Diabetes (American Diabetes Association) en Orlando, Florida.