Realizar ejercicio de forma periódica y llevar una buena alimentación son algunas de las recomendaciones más habituales para llevar una vida sana tanto en niños como en adultos. Sin embargo esto cobra especial importancia en el caso de los más pequeños, sobretodo si tenemos en cuenta los datos de diabetes en niños por la inactividad.
Así lo corroboran los expertos, que advierten del incremento de la diabetes en niños por la inactividad en los últimos años debido a la inactividad física y la mala alimentación que, indican, “provoca que sea una enfermedad metabólica cada vez más frecuente».
El coordinador médico de la Unidad de Familia del Hospital Quirón salud Clideba, Sergio Matito, ha señalado que se estima que en 2025 haya «300 millones de personas con diabetes tipo 2, asociada a la edad, la obesidad y el sedentarismo»
Atendiendo a sus declaraciones, una parte de este incremento de la enfermedad se localiza entre la población más joven. “Ya se está viendo esta enfermedad en niños de entre 10 y 19 años de edad, debido al aumento de la inactividad física y la mala alimentación en algunos casos», ha confirmado.
Diabetes tipo 1
Este tipo de diabetes supone entre el 5 y el 10 por ciento de los casos en el mundo occidental y, según asegura el dr. Matito, es “una enfermedad juvenil, puesto que es más frecuente en niños de aproximadamente 5 años y no suele aparecer en adultos mayores de 30 años».
Es fundamental que la población conozca los síntomas que preceden al diagnóstico de la diabetes tipo 1: aumento del número de micciones, sed constante al tener el azúcar alto y la necesidad de comer de manera frecuente.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2 es la más habitual y la padecen entre el 90-95 por ciento de la población. Principalmente va asociada a la edad, la obesidad y el sedentarismo. Pero además, indica el doctor, existe una diabetes no asociada a la obesidad y sí a una predisposición genética a la resistencia insulínica.
Por ello el experto recomienda a los pacientes con diabetes tipo 2 controlar la ingesta de hidratos de carbono dependiendo de su actividad y del tratamiento que su médico les haya prescrito.