En España, el 79,4% de las personas con diabetes padecen hipertensión arterial (HTA), según los datos del Estudio Di@betes, una cifra que supera notablemente la del 42,6% de la población adulta general con HTA, y que pone de manifiesto la estrecha relación entre esta patología y la diabetes. Por esa razón, y aprovechando que el pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial de la Hipertensión, desde la Federación Española de Diabetes (FEDE) se quiere llamar la atención sobre la necesidad de atender esta afección, a menudo silente, y que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Como ha explicado Andoni Lorenzo, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), “la hipertensión, al igual que la diabetes, es una afección que a menudo no presenta síntomas, por lo que es especialmente importante que lleven a cabo las revisiones oportunas para que sea diagnosticada de forma precoz y pueda iniciarse el tratamiento lo antes posible, para su control. El poder detectarla de manera precoz es fundamental, pues esto reduce el riesgo de sufrir un evento cardiovascular, como un ictus, por ejemplo”.
Otro dato preocupante es que, a pesar de que un muy notable 88,3% de las personas con HTA diagnosticada (tanto con diabetes como sin ella) sigue un tratamiento farmacológico, solo en torno al 30% logra un buen control de su presión arterial. Por lo tanto, más allá de lograr una buena adherencia farmacológica, siguiendo las pautas del equipo sanitario de referencia para el paciente, es importante que se fomenten otros pilares para el control de la hipertensión, tanto en personas con diabetes como sin ella.
Por un lado, es clave la adopción de hábitos saludables, mediante la práctica regular de ejercicio físico (30-60 minutos al día, de 3 a 5 días por semana), siendo especialmente recomendada la natación, el baile y andar o correr, según sea la forma física del paciente; y a través de una alimentación saludable, rica en verduras y frutas, y en la que se reduzca al mínimo el consumo de sal. Por otra parte, es igualmente importante mantener bajo control otros factores de riesgo, que se pueden dar junto con la HTA y la glucosa alta en sangre, como los niveles elevados de triglicéridos y bajos de colesterol HDL, y el exceso de grasa corporal en torno a la cintura.
Cuando se combinan dos o más de estos elementos, se habla de la existencia de síndrome metabólico¸ un problema de salud que afecta a numerosas personas con diabetes tipo 2 y sobrepeso, y cuyo tratamiento requiere de un abordaje multidisciplinar para prevenir sus complicaciones derivadas.