Un grupo de científicos del Instituto Salk, en La Jolla, California, Estados Unidos, han conseguido probar en ratones un nuevo tratamiento para frenar la diabetes tipo 2. Un avance que ha sido publicado este miércoles en la prestigiosa revista ‘Nature’. Un nuevo tratamiento que podría conducir a su vez a una nueva generación de medicamentos seguros y más eficaces para la diabetes.

El equipo encontró el nuevo tratamiento con la proteína FGF1 que no se limita a mantener el azúcar en la sangre bajo control sino que también revierte la insensibilidad a la insulina, la causa fisiológica subyacente de la diabetes tipo 2. Igual de importante, el nuevo tratamiento en desarrollo no provoca efectos secundarios comunes en la mayoría de las terapias actuales para la diabetes.»El control de la glucosa es un problema dominante en nuestra sociedad», dice Ronald M. Evans, director del Laboratorio de Expresión Genética de Salk y autor correspondiente del artículo sobre este trabajo. «FGF1 ofrece un nuevo método para controlar la glucosa de una manera poderosa e inesperada», agrega este experto.

La diabetes tipo 2, que puede ser provocada por el exceso de peso y la inactividad, se ha disparado en las últimas décadas en Estados Unidos y alrededor del mundo. Se estima que casi 30 millones de estadounidenses tienen la enfermedad, en la que la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo porque no hay suficiente insulina para controlar el azúcar o porque las células se han vuelto resistentes a la insulina, haciendo caso omiso de las señales de absorber el azúcar

Al ser una patología crónica, la diabetes puede causar problemas graves de salud y no tiene una cura concreta, sino que se controla, con diferentes niveles de éxito, a través de una terapia de combinación de dieta, ejercicio y medicamentos. En la actualidad, los fármacos para esta enfermedad se centran en aumentar los niveles de insulina y revertir la resistencia a la insulina mediante cambios en los niveles de expresión de genes para obtener menores niveles de glucosa en la sangre.

Pero los medicamentos, como ‘Byetta’, que aumenta la producción de insulina en el cuerpo, pueden hacer que los niveles de glucosa bajen demasiado y provocar hipoglucemia potencialmente mortal, así como otros efectos secundarios. En 2012, Evans y sus colegas descubrieron que un factor de crecimiento ignorado tenía una función oculta: ayudar al cuerpo a responder a la insulina.

Inesperadamente, los ratones que carecen del factor de crecimiento, llamado FGF1, desarrollan rápidamente la diabetes cuando llevan una dieta alta en grasas, un hallazgo que sugiere que FGF1 juega un papel clave en la gestión de los niveles de glucosa en sangre. Esto llevó a los investigadores a preguntarse si dar FGF1 extra a ratones diabéticos podría afectar a los síntomas de la enfermedad.

Así el nuevo tratamiento  del equipo de Evans  consistió en la inyección de una dosis de FGF1 en roedores obesos con diabetes para evaluar el impacto potencial de la proteína en el metabolismo y se sorprendió al ver lo que sucedió: con que con una sola dosis, los niveles de azúcar en la sangre se redujeron rápidamente a niveles normales en todos los ratones diabéticos.

«Muchos estudios anteriores que han inyectado FGF1 no mostraron ningún efecto en ratones sanos –recuerda Michael Downes, miembro del personal científico senior y coautor del estudio–. Sin embargo, cuando se inyecta en un ratón diabético, vimos una mejora dramática en la glucosa».

Los científicos vieron que el nuevo tratamiento FGF1 tenía numerosas ventajas sobre el medicamento para la diabetes ‘Actos’, que se asocia con efectos secundarios que van desde un aumento de peso no deseado a peligrosos problemas del corazón y del hígado.

Es importante destacar que FGF1, incluso a altas dosis, no desencadena estos efectos secundarios ni provoca que los niveles de glucosa caigan a niveles peligrosamente bajos, un factor de riesgo asociado con muchos agentes reductores de la glucosa. En cambio, restaura la capacidad propia del cuerpo de regular de forma natural los niveles de insulina y azúcar en la sangre, manteniendo las cantidades de glucosa en un rango seguro, revertiendo efectivamente los principales síntomas de la diabetes. «Con FGF1, no hemos visto hipoglucemia u otros efectos secundarios comunes», subraya el investigador postdoctoral de Salk Jae Myoung Suh, miembro del laboratorio de Evans y primer autor del nuevo documento. «Puede ser que FGF1 conduce a un tipo más normal de respuesta en comparación con otros fármacos, ya que se metaboliza rápidamente en el cuerpo y se dirige a ciertos tipos de células», argumenta.

El mecanismo de FGF1 todavía no se entiende, pero el grupo de expertos que trabajan con Evans descubrió que la capacidad de la proteína para estimular el crecimiento es independiente de su efecto sobre la glucosa, con lo que la proteína está un paso más cerca de uso terapéutico.

Información publicada en infosalus.com