Parece que llegan buenos tiempos para la industria tecnológica de la salud y para lo que conocemos como la salud digital. En un reciente estudio elaborado por la consultora Ernst & Young se asegura que más de la mitad de los cerca de 2.500 consumidores encuestados se sienten cómodos estando en contacto con su médico de forma digital. El mismo porcentaje de personas asegura también estar ya utilizando la tecnología disponible, bien aplicaciones móviles, telemedicina o robótica.
Los principales factores de motivación para utilizar la salud digital son el intercambio de datos virtuales que reduce los tiempos de espera y la reducción los costes del sistema, que son más bajos.
La encuesta de Ernst & Young revela también que el 36% por ciento de los consumidores están interesados en las pruebas de diagnóstico en el hogar, el 33% están dispuestos a usar un smartphone para compartir datos y el 21% haría consultas en vídeo.
Sin duda son datos interesantes, aunque todavía queda mucho camino por recorrer. Si pensamos en diabetes, una enfermedad crónica que necesita de un apoyo educativo, la tecnología y la salud digital se hace indispensable en el horizonte más cercano.
Según la encuesta de Ernst & Young hay un acuerdo general entre los profesionales sanitarios de que la salud digital mejorará la atención de los pacientes. Dos tercios de los cerca de 350 médicos encuestados dijeron que reducirá la carga sobre el sistema de salud y sus costes asociados, y el 64% cree que ayudaría a reducir el desgaste del doctor y la enfermera.
La encuesta señala también que sólo una cuarta parte de los consumidores están interesados en que los médicos tengan acceso a sus hábitos de estilo de vida, a menos que venga con incentivos adicionales.
Pero a pesar de dudar en compartir información sobre la dieta y el ejercicio, el 26% indicó que la capacidad de recibir los planes de dieta y ejercicio a medida impulsaría su compromiso.