El Ministerio de Sanidad ha autorizado el uso en España de la albiglutida, comercializada por Glaxo Smith Kline (GSK) con el nombre de Eperzan, para controlar la glucemia en aquellos pacientes adultos con diabetes tipo 2 que necesitan un control adicional. Además de su eficacia y tolerabilidad, una de sus ventajas es que puede administrarse una vez por semana. En principio está indicada tanto en monoterapia, en aquellos pacientes en los que la dieta y el ejercicio no permiten un control glucémico adecuado y no se recomienda el uso de metformina; como en combinación con otros medicamentos antihiperglucemiantes, incluida la insulina basal.
Eperzan se administra por vía subcutánea y forma parte de la familia de los agonistas de los receptores de la hormona incretínica glucagón de tipo 1 (GLP-1), que ayuda a normalizar los niveles de glucosa en sangre cuya producción se encuentra reducida en estos pacientes. La hormona humana se produce en el tracto gastrointestinal y se libera en respuesta a la ingestión de alimentos, potenciando la secreción de insulina para bajar la glucemia después de comer.
Entre las ventajas de Eperzan está que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre sólo cuando los niveles son elevados por lo que, a diferencia de otros tratamientos para la diabetes como las sulfonilureas o las insulinas, tiene un riesgo más bajo de desarrollar hipoglucemia, según ha explicado Didac Mauricio, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Germans Trías i Pujol de Badalona (Barcelona).
Eperzan está autorizado por la Agencia Europea de Medicamentos desde marzo de 2014, su aprobación se ha basado en los resultados de un amplio programa de desarrollo clínico que ha incluido ocho ensayos clínicos en fase III con cerca de 5.000 pacientes y seguimientos de hasta tres años en algunos casos.
En ellos se evaluó la eficacia y seguridad de Eperzan sólo o en combinación frente a placebo o comparadores activos de uso común en diferentes etapas de la enfermedad, así como en aquellos con insuficiencia renal. La reducción media de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) fue de entre un -0,6 y -0,9 por ciento con respecto a antes de usar el fármaco, y se asoció a un cambio medio del peso corporal de entre 0,3 y -1,2 kilos.
En principio no requiere un ajuste de dosis en función de la edad ni en aquellos pacientes que sufren insuficiencia renal leve o moderada, y el propio paciente puede administrárselo a cualquier hora del día, con independencia de las comidas. Además, presenta un perfil de tolerabilidad bueno en comparación con otros fármacos de su misma familia, según ha reconocido Francisco Javier Ampudia, del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, que lo considera el agonista «con la cara más amable».
Las reacciones adversas más frecuentes de Eperzan, además de la hipoglucemia si se combina con insulina o sulfonilurea, fueron diarrea y náuseas (en mayor frecuencia en pacientes con insuficiencia renal), así como reacciones en el lugar de la inyección. Los expertos creen que la posibilidad de administrarse una vez por semana hace que pueda mejorar la adherencia al tratamiento de los pacientes, así como que pueda ser prescrito por los médicos de Atención Primaria.