La tecnología asegura el control óptimo, aunque la curación de la diabetes no llegará solo con la tecnología, pero los progresos tecnológicos y la incorporación creciente de recursos como la Inteligencia Artificial (IA) serán claves para conseguir un control más óptimo, y quizás definitivo, de esta enfermedad y sus consecuencias. Así se desprende de una sesión científica celebrada hoy en el marco del XXXII Congreso de la Sociedad Española de Diabetes (SED), centrada de forma monográfica en la tecnología aplicada en diabetes.

Aportaciones de la inteligencia artificial

Tal y como lo resume el Dr. José Miguel Borrachero Guijarro, médico de Familia del Centro Salud Barrio Peral (Cartagena), “la inteligencia artificial incorporada al tratamiento de la diabetes permite: individualización de las terapias, una mayor eficacia y una disminución de la carga de toma de decisiones que tiene que realizar todos los días una persona que vive con diabetes”.

Las herramientas que incorporan la inteligencia artificial a los hardware (dispositivos) de la diabetes permiten realizar acciones que normalmente necesitarían de la inteligencia humana para poder llevarse a cabo. Su aplicación en la práctica clínica ha dejado de ser ciencia ficción o un hecho puntual, para convertirse en un recurso de emergente aplicación clínica rutinaria y con un potencial de crecimiento extraordinario.

Un ejemplo de esto sería lo que realizan determinados softwares de gestión de diabetes incluidos en sistema de infusión continua de glucemia. “Estos software con IA permiten aprender de decisiones anteriores para dar cada vez una respuesta más individualizada a la persona que los utiliza”, explica el Dr. Borrachero, del grupo de trabajo de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Diabetes de la SED.

A pesar de estas aportaciones, según admite este experto, “es difícil que la curación de la diabetes llegue por la tecnología, pero con el avance tan grande que se está produciendo tanto en los hardware como en los software parece claro que, en pocos años y gracias a la tecnología, tendremos una solución bastante cercana a la curación”.  La experiencia acumulada en los últimos años apunta hacia esa dirección, y es que “las personas con diabetes tipo 1 y los profesionales que ayudamos a que su vida sea más fácil sabemos bien lo importante que ha sido la incorporación de los medidores continuos, las bombas de insulina o las Apps para ayudar en la gestión diaria de la diabetes, aclara el Dr. Borrachero.

Actualmente están en marcha numerosos proyectos con IA que abarcan todos los ámbitos del abordaje de la diabetes (prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento…). Con todo, según opina José Miguel Borrachero, “donde más desarrollado está es en el tratamiento de la diabetes tipo 1, con la utilización de medidores continuos y bombas de insulina; aquí tenemos sistemas de asa cerrada con software que usan IA, pudiendo gestionar de forma autónoma e individualizada la liberación de insulina según las cifras de glucemia del paciente”.

También se están empleando Apps que integran algoritmos con inteligencia artificial , para aconsejar dosis de insulina según la glucemia de los pacientes (tanto diabetes tipo 1 como 2) que no utilizan bombas de insulina. Y hay algoritmos aprobados y utilizados en algunos países para diabetes tipo 2 en estadios tan tempranos como la prediabetes o la diabetes en tratamiento con fármacos no insulínicos.

En el ámbito de la prevención y el diagnóstico, está muy avanzada la interpretación de imágenes de retinografías por medio de determinados software. De esta forma, afirma el Dr. José Miguel Borrachero, “conseguimos realizar un diagnóstico de posibles afectaciones de la retina de forma muy precoz”. Una de las consecuencias de esto es que se facilitará que desde ámbitos como la Atención Primaria se pueda hacer un cribado de retinopatía diabética de forma rápida y muy eficaz, algo especialmente importante si se tiene en cuenta que ésta es una de las complicaciones de la diabetes más infradiagnosticada y con mejor evolución cuando se detecta a tiempo.

Los retos 

Sin embargo, la incorporación de tecnología aplicada a la diabetes también plantea varios retos. Entre ellos, José Miguel Borrachero señala que “lo más importante es resolver cómo los profesionales vamos a ser capaces de incorporar toda esta tecnología a la práctica clínica, de manera rápida y flexible”. Para ello, entre otras medidas, “deberíamos hacer cambios en nuestro sistema sanitario, transformando las unidades de diabetes en unidades más tecnológicas, con la incorporación de informáticos, ingenieros y, sobre todo, de pacientes expertos”, aconseja este facultativo, quien considera que “si somos capaces de hacerlo, mejoraremos mucho la calidad de vida de nuestros pacientes y estaremos a la altura de lo que necesitan”.

También se debe afrontar la realidad de que las personas con diabetes cada vez se van a involucrar más en su enfermedad, con más información y solicitando constantemente novedades. “Ya hay movimientos DIY (do-it-yourself), donde personas con diabetes han decidido por su cuenta introducir algoritmos creados por ellos, sin ninguna supervisión de agencias del medicamento, para autogestionar bombas de insulina”, informa el Dr. Borrachero, quien apostilla que “estos sistemas no dejan de ser máquinas con algoritmos muy complejos de autoapredizaje que permitirán mejorar la gestión de la diabetes, pero que precisan la interacción de la persona con diabetes con el profesional sanitario”, lo que pone aún más en valor “la necesidad y urgencia de que las guías de educación diabetológica se adapten a las nuevas tecnologías”.