Un equipo de investigadores de la Clínica Universidad de Navarra ha iniciado un ensayo clínico fase I-II con células madre adultas, obtenidas de la médula ósea del propio paciente, para tratar la diabetes mellitus tipo 1 autoinmune (DM1A) en sus fases más incipientes.
El objetivo general del ensayo, en el que participan varios centros liderados por la clínica navarra y durará tres años, es intentar «detener la agresión autoinmune de la enfermedad, mediante el tratamiento con este tipo de células madre», según ha indicado Javier Escalada, investigador principal.
Las diabetes mellitus 1A es una enfermedad de origen autoinmune caracterizada por la destrucción de las células beta del páncreas, generadoras de insulina, la hormona encargada a su vez de controlar los niveles de glucosa en sangre.
Estadísticamente representa entre el 5 y el 10 por ciento de todos los casos de diabetes mellitus y su prevalencia en España se sitúa entre 12 y 20 casos por cada 100.000 habitantes.
Hasta ahora, según Escalada, los tratamientos convencionales han experimentado «interesantes novedades con productos análogos a la insulina» pero «siguen suponiendo la dependencia diaria de numerosas inyecciones».
Por eso, «la posibilidad de modificar el ataque autoinmune con un producto celular procedente del propio paciente supondría un enorme avance» en la búsqueda de tratamientos curativos para una enfermedad que «a día de hoy es la principal causa de insuficiencia renal terminal y de ceguera en países desarrollados, así como factor importante de gasto sanitario».
El ensayo está dirigido a pacientes con diagnóstico reciente de DM1A, mayores de 18 años y menores de 45, a quienes se haya diagnosticado la enfermedad hasta 8 semanas antes de participar en el estudio y que presenten niveles detectables de péptido C, indicativo de la existencia de reservas de insulina, y anticuerpos positivos contra células beta del páncreas.
El tratamiento aplicado durante el ensayo consistirá en la extracción de médula ósea mediante punción en cresta ilíaca y en la selección y cultivo de las células mesenquimales de dicha médula en laboratorio para elaborar con ellas una preparación que se administrará por vía intravenosa, inicialmente, en una única dosis.
Después se harán análisis de sangre periódicos para monitorizar y analizar la respuesta que se obtiene en cada individuo, test de estímulo (administración por vía oral de un preparado nutricional) y extracciones de muestras en cada hospital de procedencia para su análisis y medición de bioquímicos e inmunológicos.