El incumplimiento de los tratamientos afecta a casi la mitad de los pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes y hasta el 20 por ciento de los que padecen enfermedades agudas, según ha explicado el secretario general de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), Mariano Guerrero, también presidente del Congreso Nacional de Hospitales y Gestión Sanitaria cuya XIX Edición tendrá lugar, del 10 al 13 de marzo de 2015, en Alicante y Elche.

«Estos porcentajes se mejoran notablemente en el caso de los pacientes activos, es decir, aquellos que se implican en su tratamiento», añade, según han informado fuentes de la organización del congreso en un comunicado. El paciente activo o experto ha sido el eje central de la Jornada Precongresual celebrada en el Hospital Reina Sofía de Murcia y organizada por SEDISA, ANDE y la Gerencia de Área IX Vega Alta del Segura, con la colaboración de la Consejería de Sanidad y Política Social. Durante la misma, que ha contado con la participación de Catalina Lorenzo, consejera de Sanidad, y Manuel Ángel Moreno, gerente del Servicio Murciano de Salud, se han analizado los retos de la adherencia terapéutica para los servicios de salud y cómo es fundamental trabajar en la formación y concienciación de los pacientes con este fin.

En palabras de Mariano Guerrero, «es necesario actuar sobre la promoción de la salud en la población general y el empoderamiento de los pacientes para que actúen como expertos en el control de su enfermedad».Por otro lado, Ana Aranda, del Servicio de Gestión Farmacéutica del Servicio Murciano de Salud, «si bien no existe un perfil de paciente con mayor riesgo de falta de adherencia terapéutica, las patologías crónicas son las más susceptibles de sufrir problemas de
adherencia, especialmente aquellas en las que la toma de la medicación, o de otras medidas, no se relaciona con un efecto visible para el paciente».A este respecto, sin duda, la adherencia terapéutica es un reto sanitario fundamental y
así se recoge en las estrategias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los sistemas sanitarios en general.

«Es algo importantísimo si tenemos en cuenta que cualquier tratamiento que el paciente no llegue a tomarse no podrá hacer efecto y se podrían tomar decisiones que no llevaran al tratamiento más adecuado para un paciente por estimar erróneamente que una terapia previa no ha sido eficaz», explica Aranda.