Es una de nuestras máximas, realizar más ejercicio y menos pastillas tomar. Los beneficios del deporte y el ejercicio físico son múltiples y los datos corroboran que nuestra sociedad no lo acaba de tener muy claro. Con motivo del Día Mundial de la Actividad Física, que se celebra este sábado 6 de abril, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología denuncia el uso indiscriminado de medicamentos para resolver problemas que se podrían solventar con la práctica de ejercicio físico, siempre regulado y tutelado.
“Enfermedades tan conocidas como la EPOC, la osteoporosis, la hipertensión arterial, la incontinencia urinaria, la artrosis, la discapacidad o la demencia, podrían tener una solución o una gran mejora de sus síntomas con la práctica de ejercicio físico de forma habitual”, según explica el doctor José Antonio Serra Rexach, jefe del servicio de geriatra del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y miembro de la SEGG.
Más ejercicio y menos pastillas
A pesar de los beneficios que reporta el ejercicio físico a las personas mayores, los médicos parecen no estar muy concienciados en prescribirlo a sus paciente y optan por otro tipo de medidas, normalmente basadas en el consumo indiscriminado de fármacos, para paliar el problema en cuestión de la persona mayor. Y es que, como apunta el Dr. Serra Rexach, más del 60 por ciento de las personas mayores de 65 años afirman que sus médicos jamás les ha recomendado realizar ejercicio físico para curar sus dolencias o como una práctica recomendada dentro de sus rutinas diarias. Para este experto, “ahora se tiende a medicalizar todo cuando lo más recomendable siempre ha sido la mejora de los hábitos nocivos, el cuidado de la alimentación y la práctica de ejercicio físico”. De hecho, menos del 30 por ciento de las personas mayores de 65 años realizan ejercicio de forma habitual. Lo que nos lleva a concluir que la máxima «más ejercicio y menos pastillas» no se cumple para desgracia de la salud de nuestros mayores.
Realizar unos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico sería suficiente para cuidar la salud de las personas mayores de 65 años, pero, según recuerda el doctor Serra Rexach, el ejercicio debe ser prescrito por un geriatra basándose en las características de cada paciente, sus preferencias, sus enfermedades asociadas y su situación clínica, prescribiendo a cada uno los ejercicios adaptados a sus necesidades e incluyendo el tiempo, la intensidad y la progresión.
Según reconoce este doctor, ejercicios como correr, nadar, montar en bici o caminar a una intensidad elevada podrían ser suficientes para la salud de las personas mayores de 65 años y mejorarían aspectos como su equilibrio, la potencia muscular y la flexibilidad.
Por eso, el doctor Serra Rexach recuerda que es sumamente importante explicar desde las consultas médicas a los mayores las ventajas del ejercicio físico y recordarles que “cualquier ejercicio es mejor que no hacer nada” y que “hacer ejercicio físico no es difícil, ya que se pueden realizar desde casa, como por ejemplo los ejercicios para fortalecer la musculatura de los ancianos frágiles”. De hecho, un estudio publicado por el Dr. Serra Rexach, junto con otros especialistas españoles, demostró que las personas mayores de 90 años que realizan ejercicios para potenciar la musculatura de las piernas consigue ganar fuerza y, por tanto reducir el riesgo de caídas.
Tengan por tanto siempre en mente la fórmula mágica, más ejercicio y menos pastillas, es la receta del éxito y sin duda la más natural.
El papel del ejercicio en la enfermedad de Alzheimer
El ejercicio físico es tan recomendable que se ha demostrado que las personas que lo han realizado de forma habitual y a un buen nivel tienen un 38 por ciento menos de posibilidades de sufrir deterioro cognitivo a lo largo de su vida.
Por ejemplo, es conocido que los pacientes aquejados de la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia con la práctica de ejercicio físico mejoran notablemente en aspectos como la movilidad, las actividades diarias, la nutrición, las caídas y el estado de ánimo, entre otros aspectos como la relación con sus cuidadores.
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