Explicarle la diabetes a un niño es una de las funciones más difíciles como padre o madre que existe. Cualquier consejo o recomendación de los profesionales en este sentido es bien recibida. Por eso la psicóloga Laura Fuster nos explica en la siguiente entrevista que pasos seguir y que decisiones tomar para superar de la mejor manera posible ese momento. Por encima de todo el consejo fundamental es el del tratar la situación con la mayor naturalidad posible.


Pregunta : ¿Cómo puede una madre explicarle a su hijo un debut en diabetes?

Respuesta: En primer lugar, debemos utilizar un lenguaje que el niño entienda, por lo tanto tendremos que adaptarlo a la edad. Para mayor comprensión, resulta muy positivo poner muchos ejemplos. Será muy importante normalizar la situación lo máximo posible (no hacer un drama) pero dándole la importancia que requiere. Podemos hablar con nuestro hijo y explicarle que: “Nuestro cuerpo está compuesto por millones de cosas pequeñas que se llaman células, son los ladrillos de los que estamos hechos. Unas células se encargan de ser los huesos y otras por ejemplo los ojos. Para que funcionen necesitan la energía que nos da la comida. Cuándo comemos los alimentos se convierten en algo que llamamos glucosa. Sin glucosa nuestro cuerpo no funcionaría, como un coche sin gasolina. La sangre se encarga de llevar la glucosa hasta las células pero cada célula tiene su puerta y cada puerta su llave. Esa llave se llama insulina. Sin la insulina la glucosa no puede entrar en las células. La insulina se fabrica en un lugar del cuerpo que se llama páncreas. En la diabetes el páncreas se estropea y nadie lo puede arreglar, por ello tienes que inyectarte la insulina. Aunque sea un rollo pincharse todos los días muchas veces, esto te permite tener la insulina suficiente para que la glucosa, que sube o baja dependiendo del ejercicio que hagas o lo que comas sea la correcta”.

P: ¿Qué consejos debe poner en práctica una madre con su hijo diabético?

R: En general siempre tenemos que educar desde lo positivo. Es decir, en lugar de castigar lo que el niño hace mal o no hace, tendríamos que reforzar las cosas que hace bien. Cuando el niño conozca el funcionamiento de su enfermedad, éste tiene que ir adquiriendo poco a poco el control de sus cuidados. Aquí los padres reforzarán con alabanzas o elogios cada pequeño paso que su hijo realice hacia el control de la diabetes.

P: ¿Qué importancia asume un niño diabético en el control de su enfermedad?

R: Tenemos que explicar que como tiene diabetes debe ser él quien vigile la glucosa que hay en su sangre y calcular cuanta insulina necesita. Esos cálculos son complicados por eso debe realizarlos al principio con sus padres. Tiene que saber cuánta glucosa le dará lo que ha comido y cuánta va a gastar con el ejercicio. De esta manera sabrá la insulina que necesita inyectarse.  Vamos trabajando con ejemplos del día a día y de una manera continua y poco a poco vamos cediendo el control al niño, en la medida en que veamos que realmente sabe hacerlo y puede regularse el mismo. Esta autonomía será muy importante para la autoestima del niño y su relación con los demás.

diabetes niños

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P: ¿Cómo debe ser su relación con los demás niños?

R: Todos los adultos que conviven con el niño (padres y profesores) deben normalizar su situación respecto a la diabetes. Esto ayudará a que el niño lo explique a sus amigos y compañeros de una manera más normalizada y, de esta forma, los compañeros no lo vean como “algo raro”. El niño diabético también tiene que conocer muy bien sus límites y transmitírselos a sus compañeros para que no le exijan esfuerzos en momentos en los que no puede. Por ejemplo si para de jugar cuándo se siente débil. También hay que explicar a los demás niños que quizá realice ciertas conductas cuando no toca o cuándo al resto de compañeros el profesor no les deja. Hablemos por ejemplo de que coma en momentos en clase o salga al baño.

P: ¿Cómo debe tratarse la Diabetes en el colegio?

R: El alumno con diabetes debe realizar una serie de rutinas durante el horario escolar. Así mismo, es posible que la hipoglucemia y la hiperglucemia le obliguen a realizar acciones que, a los ojos de sus compañeros pueden ser entendidas como privilegios. Entre las más “llamativas” están el comer o beber durante las clases (si tiene una hipoglucemia) o tener que orinar con más frecuencia (en caso de que su glucosa esté muy elevada).  Conviene que el resto de alumnos conozcan estas necesidades para que puedan encuadrarlas correctamente.

P: ¿Qué tipo de actividades se pueden recomendar?

R: Cualquiera que realice un niño de su edad, teniendo en cuenta sus limitaciones. Es decir, la diabetes a un niño tiene que ser muy consciente de que esa actividad puede ser interrumpida porque se sienta fatigado o para comer algo. Debe estar especialmente pendiente de sus niveles de glucosa en actividades que se escapan de su rutina como por ejemplo excursiones o campamentos, cumpleaños etc. Es muy recomendable que incluya la práctica de algún deporte en su rutina diaria.

P: ¿Cómo debemos tratar a un niño con diabetes?

R: La actitud de los padres frente a la enfermedad va a influir de forma directa en la diabetes a un niño. Una actitud de angustia por parte de los padres, va a originar un comportamiento de sobreprotección que, generalmente, acarrea rechazo y rebeldía por parte del niño. La enfermedad crónica en cualquier etapa conlleva una gran variedad de ajustes psicológicos en el individuo que la padece; pero para que exista una buena adaptación a la enfermedad, sería muy importante considerar a la persona con diabetes igual que a sus iguales. Además, dado que el diagnóstico de la diabetes supone en cualquier familia la necesidad de hacer frente a una enfermedad crónica, es muy importante que su entorno familiar posibilite el autocuidado del diabético facilitando su autonomía y calidad de vida.

Fuente imagen: www.freedigitalphotos.net

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SELLO LAURA FUSTER