Un siglo después del descubrimiento de la insulina, la diabetes sigue planteando grandes retos asistenciales, sociales y personales para mejorar el cuidado de la diabetes. Si bien se avanza mucho en el desarrollo de tratamientos y otras tecnologías para ayudar a las personas con diabetes en su cuidado y control, todavía hay muchos desafíos no atendidos desde el punto de vista asistencial, social e individual.
Por eso, la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la Sociedad Española de Diabetes (SED), junto a Novo Nordisk, han definido, a modo de decálogo, la que debería ser la Hoja de Ruta mejorar el cuidado de la diabetes y conseguir una atención sociosanitaria de calidad en diabetes. Un decálogo que se puede consultar aquí
En este proceso para impulsar el cambio y, según el doctor Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk, “la innovación constante es fundamental para abordar los importantes desafíos en el cuidado de la diabetes, asegurar al paciente una vida normal y avanzar hacia la erradicación de la enfermedad. Por eso, desde nuestra compañía no sólo perseguimos avances médicos, sino que también formamos parte o llevamos a cabo otras acciones para afrontar estos desafíos. Buen ejemplo de ello es, entre otros, el Team Novo Nordisk, único equipo profesional ciclista integrado sólo por corredores con diabetes tipo 1 cuya labor es esencial para dar visibilidad a la enfermedad dentro del asfalto como fuera de él, o el programa colaborativo internacional Cities Changing Diabetes® para poner freno al imparable aumento de la diabetes”.
Además, la compañía, con la colaboración de expertos y personas que viven con diabetes, ha elaborado el informe Blueprint for Change sobre el estado de la diabetes. En el mismo, se analizan los retos pendientes y los nuevos desafíos en el cuidado de esta enfermedad, que han sido el punto de partida para realizar la Hoja de Ruta. Y es que, como recuerda Juan Francisco Perán, presidente de la Federación Española de Diabetes (FEDE), “la diabetes es una enfermedad con un alto impacto emocional para quien la padece; y que conlleva un gran consumo de recursos del sistema sanitario debido a su alta prevalencia. Por ello, es clave primero: fijar las prioridades y los objetivos; segundo: asignar y / o reorientar los recursos necesarios para darlos respuesta; y, por último: evaluar los resultados en salud que se vayan obteniendo a corto, medio y largo plazo. En definitiva, la diabetes es una pandemia y, como tal, hay que hacerla frente mediante un plan de acción claro, realista y contando con la implicación de todos los agentes involucrados: representantes de pacientes, profesionales sanitarios, administración pública y la empresa farmacéutica”.
Prevención y calidad de vida, ¿qué sigue?
La diabetes es una grave amenaza para la salud a nivel mundial. Esta patología crónica afecta a más de 6 millones de personas en España y a 537 millones de adultos en el mundo. Si no se toman medidas, la cantidad de personas con diabetes podría superar los 700 millones en el año 2045. La mayoría de estas personas padecen diabetes tipo 2 y tienen obesidad, el mayor factor de riesgo modificable de este tipo de diabetes.
Por tanto, como afirma Juan Francisco Perán para mejorar el cuidado de la diabetes, “está claro que se necesita más que medicina para abordar los retos de la diabetes. También se necesita formación y educación diabetológica para los pacientes y sus familiares, apoyo a los profesionales sanitarios para el buen desarrollo de su labor asistencial y cambios estructurales e institucionales a todos los niveles”. Así, como se expone en la Hoja de Ruta, se lograría disminuir el número de casos, mejorar su control o acabar con la falta de concienciación y discriminación.
Asimismo, el presidente de la FEDE incide en que para mejorar el cuidado de la diabetes, “es primordial la participación de los representantes de los pacientes en la toma de decisiones que nos afectan como colectivo. Con ello, se contribuiría a la aprobación de medidas más acertadas, en función de las necesidades reales de las personas con diabetes y sus familiares, y que aún están sin cubrir por parte de la administración pública”.
Mejor control, acceso y atención
Otro aspecto que no hay que olvidar, como se indica en la Hoja de Ruta para mejorar el cuidado de la diabetes, es el retraso o falta de equidad en el acceso a la innovación o a una atención multidisciplinar que siguen teniendo las personas con diabetes. Un hecho ante el que el doctor Antonio Pérez explica que, “cualquier persona con diabetes en España, viva donde viva, debe tener acceso a la información, la experiencia y la atención que necesita. Algo vital para que las personas con diabetes tengan una vida normal”.
Respecto a otros dos retos imperantes del sistema sanitario, la contención de gastos y la reducción de la presión asistencial de los hospitales, el doctor Pérez ha llamado la atención sobre otros puntos de la Hoja de Ruta: “Por un lado, es llamativo el dato según el cual solo el 15% del gasto público en diabetes corresponde a los fármacos para su tratamiento, por lo que prevenir sus complicaciones asociadas, responsables del otro 85%, contribuiría indudablemente a la gestión de los costes evitables”.
“Por otro lado –continúa el doctor Pérez- asignar al menos una unidad básica, compuesta por un médico especialista en Atención Primaria y un profesional de Enfermería, para la atención de esta patología en los centros de salud. Y dicha unidad, estando en comunicación directa, a través de la consultoría médica y de enfermería, con la Unidad de Diabetes de sus hospitales de referencia, ayudaría a reducir la presión asistencial de estos y a mejorar la atención”.
En definitiva, todos coinciden en que, “es evidente que quedan por delante importantes retos sociales y asistenciales que requieren de nuestra atención y gestión en los próximos años. La responsabilidad compartida de todos los agentes sociosanitarios que estamos implicados en el cuidado de la diabetes y la estrecha colaboración será la mejor manera de trabajar para conseguir el cambio necesario”.