Una investigación liderada por la Universidad de Granada (UGR) ha determinado que la pérdida de una célula beta pancreática con alta capacidad productiva de insulina podría ser un factor clave en el desarrollo de la diabetes tipo 2.

La UGR y el ibs.GRANADA Instituto de Investigación Biosanitaria, en colaboración con la Universidad de Cornell (Estados Unidos) y otras instituciones como Harvard, UC Davis, la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de Pensilvania, han desarrollado este estudio clave para la prevención y el tratamiento de la diabetes tipo 2.

Según el estudio que publica la prestigiosa revista Nature Cell Biology, la pérdida de una célula beta pancreática con alta capacidad productiva de insulina podría ser un factor contribuyente en el desarrollo de esta enfermedad.

Las células beta del páncreas son las responsables de sintetizar y secretar insulina, la hormona que controla los niveles de glucosa en sangre. Los investigadores han utilizado la técnica de transcriptómica de célula única para evaluar la expresión génica en células beta a nivel individual, permitiendo el estudio de subpoblaciones celulares y su importancia en el desarrollo de la diabetes.

El estudio ha revelado que un subtipo de células beta con una alta expresión de genes involucrados tanto en el metabolismo del azúcar como en la secreción de insulina está reducido en ratones y pacientes con diabetes tipo 2.

Además, la investigación sobre la pérdida de una célula beta pancreática ha determinado que este subtipo posee una alta expresión del gen CD63, lo que permite usar esta proteína como un marcador para aislar la célula específica.

El trasplante de células beta con alta expresión de CD63 en ratones con diabetes ha restaurado sus niveles de azúcar en sangre a niveles normales, que volvieron a ser altos al quitar las células trasplantadas.

Los hallazgos de este estudio sobre la pérdida de una célula beta pancreática sugieren que los tratamientos dirigidos a la preservación o el aumento de la frecuencia de este tipo células beta con alta producción de insulina podrían mejorar la atención de los pacientes con diabetes tipo 2. El autor principal del artículo y miembro del grupo de Investigación de Terapias avanzadas del Centro de Investigación Biomédica (UGR), Alfonso Rubio, ha explicado que el uso de técnicas de célula única ha permitido caracterizar y determinar cambios de la célula beta generados durante la aparición de la diabetes tipo 2.

«Este estudio abre una puerta a nuevos tratamientos antidiabéticos basados en conservar o trasplantar este subtipo de célula beta con elevada actividad metabólica», ha resumido.