Este mediodía se ha presentado en Madrid, Semaglutida, un nuevo tratamiento para diabetes tipo 2 que ya está disponible en España y que pretende cambiar el actual manejo de la diabetes.

La investigación en diabetes a nivel mundial en los últimos 10 años ha avanzado hacia tratamientos que, junto al necesario control de la glucosa en sangre, ofrezcan beneficios adicionales a los pacientes sin afectar a su calidad de vida. Desde hoy, en España, el más potente de estos tratamientos, Semaglutida, ya está disponible para los pacientes que lo necesiten.

La Semaglutida, cuyo nombre comercial es Ozempic, presenta un triple efecto: controla los niveles glucémicos, ayuda a perder peso y tiene beneficios cardiovasculares. Destaca, además, por su flexibilidad: solo se administra una vez a la semana, en cualquier momento del día, independientemente de las comidas.

Canal Diabetes ha podido dialogar esta mañana con el Dr. Esteban Jodar, jefe del departamento de Endocrinología y Nutrición de los hospitales Quirón Salud Pozuelo, Ruber Juan Bravo y San José (Madrid) sobre la llegada de este fármaco.

En opinión del Dr. Jodar la Semaglutida es capaz de reducir los niveles de glucemia más que la insulina, de hecho y según numerosos ensayos clínicos, el 80% de las personas con diabetes mal controladas obtienen beneficios y ajustes considerables tras la aplicación de la Semaglutida.

Una gran noticia si tenemos en cuenta que más de la mitad de las personas con diabetes tipo 2 en España están mal controladas y no alcanzan sus objetivos glucémicos. Según el Dr. Jodar, la causa de este problema es doble. Por un lado la falta de adherencia al tratamiento de los pacientes que en muchas ocasiones abandonan los consejos de los profesionales. Y por otro lado de la inercia histórica de los profesionales sanitarios que son menos intensos en su seguimiento de lo que convendría, lo que provoca un circulo vicioso en palabras del doctor.

Es necesario en este punto recordar además, que la diabetes tipo 2 afecta a 5,3 millones de españoles, por lo que está considerada una “pandemia”. Casi el 90% de quienes la padecen presentan obesidad o exceso de peso, cuyo control es necesario para prevenir complicaciones. Y en torno al 80% fallecen de enfermedades cardiovasculares ateroscleróticas, como el infarto de miocardio o el ictus, ya que tienen tres veces más posibilidades de sufrir episodios de este tipo que las personas sin diabetes.