La telemedicina ofrece la posibilidad de mejorar el acceso, la eficiencia y la rentabilidad de la atención médica a personas con diabetes. Los expertos del Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (CTD), con la moderación de uno de los coordinadores del grupo, el Dr. Rafael Simó Canonge, han defendido esta idea durante el primer webinar del ciclo ‘Una transición necesaria: Hacia un nuevo modelo de atención al paciente con diabetes’. En este primer encuentro los expertos del Grupo CTD han hablado de las ‘Lecciones de una pandemia: Telemedicina y diabetes’, con una beca educacional de Mundipharma.
“La telemedicina podría favorecer una reorganización de la atención sanitaria en el abordaje de la diabetes”, ha dicho el Dr. Juan José Gorgojo, jefe de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid. “Gracias a la Medicina digital podríamos sustituir la visita médica presencial por comunicaciones telemáticas”, ha dicho.
“El límite en el acceso a los hospitales ha impuesto la teleconsulta, que ofrece muchas ventajas a profesionales y usuarios. Las barreras regulatorias previas para el desarrollo de la telemedicina probablemente no estaban suficientemente justificadas”, ha indicado.
El Dr. Gorgojo ha hablado de la telemedicina como herramienta para optimizar recursos en el abordaje de la diabetes. “Desde la perspectiva del médico, existe una fase inicial de adaptación tecnológica, pero con la experiencia y la sistematización de la consulta telemática los tiempos son inferiores a los de la visita presencial. En consecuencia, es posible optimizar las agendas y dedicar más tiempo a los pacientes que requieren ser evaluados presencialmente”.
Respecto a los beneficios para el paciente, ha destacado que “la e-consulta permite una reducción sustancial del tiempo de espera en atención especializada. También se evitan derivaciones innecesarias, el desplazamiento del paciente al hospital y la pérdida de horas laborales”. Según su experiencia, en algunos centros la espera de consulta presencial es superior a 30 días, mientras que una e-consulta se atiende en 24 horas.
Asimismo, la telemedicina también supone “un ahorro económico destacado para el sistema sanitario”, como han confirmado diversos ensayos clínicos. Dichos estudios muestran que las intervenciones de telemedicina con los pacientes son más efectivas que la asistencia presencial habitual en el control de la diabetes y en la reducción del riesgo de hipoglucemias.
Alta satisfacción del paciente
En la misma línea se ha mostrado el Dr. Domingo Orozco-Beltrán, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Centro de Salud Cabo Huertas de San Juan de Alicante y vicerrector de Investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche, “el paciente se beneficia de un mayor contacto con sus profesionales sanitarios, con un seguimiento más cercano. Suele mostrar alta satisfacción y se evidencia una mejoría también en el control glucémico y otros factores de riesgo”.
Estos beneficios se han observado incluso en los pacientes mayores: “Había miedo a su empleo, pero se ha demostrado que personas con más de 70 años se adaptan muy bien a su uso”.
Por su parte, los profesionales “suelen ser algo reticentes al cambio, pero aquellos que han tenido la experiencia se muestran muy satisfechos”, ha dicho el Dr. Orozco-Beltrán. “La principal experiencia en Atención Primaria en España se recoge en el estudio ValCrònic (1)”. Respecto al futuro, este facultativo se ha mostrado convencido de que “los métodos de consulta no presencial y el seguimiento a distancia de los pacientes crónicos formarán parte de la atención clínica habitual”.
Los aspectos éticos de la telemedicina
Los aspectos éticos y deontológicos en el empleo de la telemedicina también preocupan a los expertos del Grupo CTD, como ha expuesto el Dr. Carlos Miranda, coordinador nacional de Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y facultativo en el Centro de Salud Buenavista de Toledo.
“El principal problema que tenemos es la falta de definición de los criterios éticos y deontológicos en los propios códigos colegiados. La pandemia ha llegado en plena renovación del Código Deontológico de 2011, pero ni siquiera el borrador de 2018 aclara suficientemente estos nuevos aspectos. Cualquier acción de e-consulta, como la llamada telefónica entre médico y paciente es, en sí misma, un ‘acto médico’, con todas sus consecuencias éticas, deontológicas y legales”, ha comentado.
En su opinión, todavía hay bastantes aspectos mejorables. “Los sistemas sanitarios y sus directivos deberán desarrollar las medidas necesarias para la instauración de sistemas médicos telemáticos que garanticen la accesibilidad de los pacientes a la asistencia sanitaria. Deben tener en cuenta la posible incapacidad y soledad de algunas personas. Además, es necesario establecer siempre sistemas que aseguren la privacidad de la comunicación”.
Finalmente, el Dr. Miranda ha recordado que las administraciones sanitarias y las direcciones de las gerencias de la asistencia médica deberían responsabilizarse de formar a los profesionales sanitarios y administrativos, y a los pacientes, en la utilización de las plataformas de atención a distancia que se pongan en funcionamiento (telefónica, videoconferencia, redes sociales, etc.).
Educación diabetológica
La jornada también ha contado con la visión del paciente, aportada por Daniel Royo, técnico de Programas del Servicio de Atención y Comunicación con el Paciente de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana. En su intervención ha manifestado que “la telemedicina es una oportunidad para complementar la atención sanitaria que se presta a las personas, especialmente a aquellas con enfermedades crónicas”.
“La cuestión no es centrarse en la herramienta en sí, sino en las necesidades de cada persona. Debemos evitar la ley de cuidados inversos, es decir, no puede ser que quienes más lo necesitan tengan menos acceso a las herramientas. Hay que procurar que la telemedicina sea utilizada por los pacientes que más partido saquen de ella, no quienes más facilidad de acceso puedan tener”.
En el ámbito de la diabetes ha destacado que “la telesalud puede ayudar a transmitir la educación diabetológica y resolver dudas a mucha más población”.
En este primer webinar, el grupo CTD ha ofrecido una actualización del uso de la telemedicina en la atención de los pacientes con diabetes. La pandemia ha acelerado la implementación de algunas herramientas que, aunque estaban disponibles, no se habían incorporado a la práctica clínica. Quedan muchas cuestiones por resolver en la aplicación de las nuevas tecnologías a la atención sanitaria. En cualquier caso, su uso crece de forma imparable, con unos excelentes niveles de satisfacción por parte tanto de profesionales como de pacientes. Los expertos han destacado la necesidad de avanzar rápidamente en la resolución de las cuestiones operativas, éticas y legales que aseguren una correcta y efectiva implementación.