Un grupo de investigadores trabaja en un proyecto que podría simplificar el control de glucosa en bebés. Un chupete para controlar el azúcar en sangre que evitaría la aplicación de métodos invasivos, como pinchazos, en bebés con diabetes tipo 1.

Mientras el bebé chupa el chupete, el dispositivo recoge la saliva y mide los niveles de glucosa. Después, el resultado será enviado mediante tecnología inalámbrica a un receptor para que los cuidadores puedan monitorizar los datos obtenidos.

Un estudio de prueba de concepto realizado en adultos demostró que el dispositivo es capaz de medir los cambios en los niveles de azúcar en sangre mediante la saliva. Respecto a los resultados del proyecto, Sempionatto comentó que «el dispositivo nos dio una buena correlación con la glucosa en sangre cuando se probó en adultos. Pudimos saber cuándo su glucosa en sangre era alta con gran precisión».

Diseño y seguridad

Juliane Sempionatto es la coautora del estudio y candidata a doctorado en la Universidad de California en San Diego. Ella misma explico que, durante el proyecto, «modificamos el chupete lo menos posible para que el bebé no pudiera distinguir la diferencia de uno común y rechazarlo».

El equipo de trabajo se preocupó también de diseñar un chupete para controlar el azúcar en sangre que contuviese la menor cantidad posible de piezas pequeñas. Coloraron la tecnología de detección de azúcar en el exterior, manteniéndolo lo más lejos posible de la boca del recién nacido. A medida que el bebé chupa el chupete, la saliva se bombea a un canal encargado de recolectarla.

Retos por resolver

A pesar de los buenos resultados de la prueba, el proyecto aún no puede implantarse en el mercado. Entre otros motivos, por la necesidad de que las partes que componen el dispositivo se aúnen en una sola pieza, garantizando así que no existe peligro de asfixia para el menor.

Por otro lado, está el problema de los residuos. Mientras que en la prueba con adultos se les pidió que se lavasen los dientes, con los bebés no sucede así. Estos pueden tener restos de alimentos o leche en su boca, los cuales podrían interferir con el correcto funcionamiento del dispositivo.

En definitiva, la tecnología del dispositivo es similar a los medidores de glucosa estándar. El avance de este proyecto es el hecho de que, un chupete para controlar el azúcar en sangre, es la solución menos invasiva para los más pequeños.

«Incluso el sensor, la aguja o el dispositivo más pequeño es demasiado grande para un recién nacido, y cualquier cosa puede dañarlo», dijo Sempionatto. «El chupete tiene la ventaja de que no necesita colocarse en el cuerpo del bebé».