Los sistemas sanitarios, ya sean públicos o privados, no deberían limitar el suministro de tiras reactivas para la auto medición y el control de los niveles de azúcar en sangre en los pacientes con diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Y es que, como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Jaeb para la Investigación en Salud de Tampa en los Estados Unidos y publicado en la revista Diabetes Care, el control de la enfermedad es significativamente peor cuando se limita el suministro de las tiras reactivas. Cuando un pacientes con diabetes no tiene a su alcance los dispositivos para medir su glucosa en sangre es mucho más complicado poder controlar la enfermedad.

Como explica el doctor Robert Rushakoff, especialista en diabetes de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos), “en la actualidad, el médico proporciona un máximo de tres tiras reactivas diarias y las aseguradoras privadas estadounidenses sólo pagan algo más de tres al día; esto es así porque los costes de las tiras son elevados pero, a primera vista, es una locura limitar las pruebas a las personas que realmente las necesitan”.

tiras reactivas

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En España la polémica está también servida en la mesa. Recientemente las principales sociedades científicas de este país relacionadas con la diabetes han lanzado un comunicado oponiéndose de plano a la compra de material sanitario por parte de la administración de forma centralizada. Esto pondría en serio riesgo, de algunos pacientes, la posibilidad de acceder a los glucómetros o tiras reactivas tan necesarias para el control de la enfermedad. Puede encontrar toda la información aquí.

 Más de tres automediciones diarias

Para llevar a cabo el estudio publicado por la Universidad de Tampa, los investigadores evaluaron a más de 20 mil pacientes diagnosticados hacía más de 12 meses de diabetes, de los que casi 12 mil eran menores de edad. El objetivo era analizar la asociación existente entre la frecuencia de la automedición de los niveles de azúcar en sangre –hemoglobina glicosilada, o HbA1c– y el control de la enfermedad.

Los resultados mostraron que los pacientes que llevaban a cabo la prueba entre tres y cuatro veces al día presentaban unos niveles de hemoglobina glicosilada del 8,6%. En el caso de aquellos que usaban las tiras 10 veces al día, el nivel era del 7,6%, similar al de aquellos que hacían la prueba más de una decena de veces diaria. Y como apunta el doctor Kellee M. Miller, director de la investigación, “un 1% de azúcar en sangre es una diferencia enorme“.

A este respecto, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomienda que los niveles de HbA1c sean inferiores al 7%, estableciendo el uso de las tiras reactivas en un mínimo de tres veces diarias. Pero a la luz de las evidencias, como concluye Rushakoff, “el número de pruebas tiene que ser más alto, especialmente en el caso de los pacientes con diabetes tipo 1 en grave riesgo de hipoglucemia; el número mínimo es tres veces al día, correspondiente a cada comida, pero también debe hacerse una medición antes de hacer ejercicio o conducir un coche“.

Queda pues patente que cualquier limitación en el control de la diabetes perjudica seriamente la evolución de los pacientes con diabetes.