Cuando alguien es capaz de entender la diabetes como una aventura o como un reto, sin duda se trata de una persona con un enorme espíritu competitivo y de superación. Bueno, pues esa creemos que es la mejor definición de nuestra protagonista esta semana. La corredora de larga distancia Bea García nos recibió hace unos días en su Barcelona natal y nos contó muchas cosas.

La deportista que está llevando a cabo el reto de cruzar los cuatro desiertos (4deserts) corriendo, de los que ya lleva tres debutó con diabetes hace 10 años. Nos confiesa que al principio no le concedió toda la atención necesaria. Ella confiaba en el cuidado de sus padres y no fue hasta los 18 años cuando decidió tomar las riendas de su vida y apostar por un tipo de vida saludable.

A Beatriz García siempre le gustó el deporte. Su infancia se manejó entre las mancuernas y colchonetas de un gimnasio cercano al colegio. Más tarde y dada la afición de su familia por la montaña pasó muchas horas en la nieve encima de sus esquíes. Así lo hizo hasta que una tarde en Andorra se fracturó la pierna. Una vez trasladada a La Vall d’Hebron le dijeron que debería permanecer cuatro meses inmóvil y como a toda persona inquieta como ella eso le cayó como una losa. Su espíritu le ayudó a recortar los plazos. Fue entonces y tras mediación de una amiga cuando corrió su primera carrera con motivo del cáncer de mama, en la carrera de la dona de Barcelona. Bea aún recuerda la gran mochila que tuvo que llevar por su condición de persona con diabetes, sin embargo para ella fue un complemento más de su aventura con diabetes.

Una aventura con diabetes que con el tiempo y tras germinar en ella el virus del running urbano se trasladó a la montaña. Poco a poco comenzó a integrarse en el circuito de las grandes pruebas de resistencia en entornos y escenarios mucho más naturales. Ese tipo de pruebas tienen un componente de reto y aventura muy potente y eso es lo que la acabó de reafirmar en su decisión personal de dedicarse en cuerpo y alma. La diabetes tipo 1 de Bea pasó en ese momento a ser una exigencia más de la prueba, similar a la de la ascensión de una montaña o a la inclemencia del tiempo. Con esa filosofía personal la aventura con diabetes fue mucho más llevadera.

La vida de la deportista catalana tuvo un momento muy especial hace unos años. Fue el día en el que el alpinista con diabetes Josu Feijoo la invitó a participar en la ascensión al campo basé del Everest. Beatriz cumplió en ese momento uno de sus sueños de la infancia. En esas latitudes salvó ciertas náuseas, su diabetes se comportó de maravilla y volvió a Barcelona con muchas más energía y confianza que antes. Fue en ese momento cuando decidió preparar una de las pruebas más duras de running del mundo. Los 4 deserts. Una prueba que se lleva a cabo en los 4 desiertos más duros del mundo. Atacama, Jordania, Gobi y a finales de este año la Antártida.

Pruebas de running de varios días, con distancias kilométricas y condiciones extremas de calor, frío y demás. Cuando acabe la última prueba que le queda, cruzar la Antártida, se habrá convertido en la primera mujer española  en hacerlo y la primera mujer con diabetes en el mundo en conseguirlo. Y será entonces cuando le preguntaremos por su próximo reto, porque personas como Beatriz García que entienden que su vida es una aventura con diabetes, no tiran nunca la toalla y mucho menos se retiran.

Enhorabuena por tu ejemplo de superación constante y por des mitificar una vez más que con diabtes los límites se los pone uno mismo.