La tecnología y la inteligencia artificial (IA) deben estar al servicio del profesional sanitario, y no sustituirlo. Gracias a estas innovaciones tecnológicas, el médico va a disponer de más tiempo para dedicarse a los aspectos humanos de la Medicina. Son algunas de las conclusiones del encuentro organizado por el Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes (CTD). Los expertos han hablado de ‘Innovación tecnológica e inteligencia artificial en un nuevo modelo asistencial’.

El moderador ha sido Javier Ampudia-Blasco, jefe de Sección del Servicio de Endocrinología, Nutrición y Metabolismo del Hospital Clínico Universitario de Valencia. También han intervenido Flora López Simarro, médico de Familia del CAP Martorell de Barcelona; Jorge Bondía Company, ingeniero del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universitat Politècnica de València, y Xavier Corbella Virós, jefe de Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitari de Bellvitge de Barcelona.

En la presentación, Javier Ampudia-Blasco ha definido la tecnología y la inteligencia artificial como un modelo que pretende reproducir lo que hace la mente humana: “La réplica tecnológica de la inteligencia humana intenta razonar como nosotros, tomar decisiones a partir de la información disponible, etc. Los creadores de este complejo sistema de inteligencia artificial han desarrollado muchas facetas que se han aplicado en múltiples campos, incluida la Sanidad y, más en concreto, la diabetes”.

En opinión de Ampudia-Blasco, este modelo realmente puede revolucionar la asistencia a los pacientes. “Estos sistemas se encargarán de tareas rutinarias que hasta ahora ocupan el tiempo de los médicos. Por ejemplo, estos programas podrían seleccionar aquellos pacientes que requieren una atención más precoz respecto a aquellos que admiten una mayor demora”.

Estos sistemas se aplican también para el análisis de imágenes. “Por ejemplo, ya hay programas capaces de analizar la retinografía de un paciente diabético. En este ámbito, también pueden hacer diagnósticos que son tan válidos como los de un experto en Oftalmología, y mejores que los de un profesional poco experto en el análisis de este tipo de imágenes”.

“Algunos clínicos piensan que este tipo de sistemas pueden entrar en competencia con las habilidades y las competencias propias de los médicos. A diferencia de ellos, yo creo que van a ser sistemas de ayuda adicional, de soporte. Nos permitirán abrir nuevas posibilidades diagnósticas y mejorar las opciones terapéuticas. A fin de cuentas, estas innovaciones tecnológicas permitirán mejorar el rendimiento de los hospitales”, ha añadido el moderador del webinar.

Tecnología y la inteligencia artificial  y diabetes

En el futuro, según las expectativas del moderador, la tecnología y la inteligencia artificial podrán predecir el deterioro de la función renal en un paciente con nefropatía diabética incipiente en función de sus características clínicas, los datos analíticos o la edad del paciente. “La IA también podrá ayudar al médico a realizar un diagnóstico más preciso. Quizás también sea posible que las nuevas tecnologías nos permitan realizar una mejor selección de combinaciones terapéuticas que mejoren el pronóstico de los pacientes con diabetes”, ha añadido.

En definitiva, las posibilidades de la tecnología y la inteligencia artificial en el campo de la diabetes son múltiples. También se están utilizando sistemas para analizar grandes datos, el big data. “Es información procedente de grandes bases clínicas que pueden ofrecer respuestas a preguntas clínicas de los pacientes con diabetes. El objetivo sería mejorar los algoritmos terapéuticos que utilizamos en nuestros pacientes”, ha indicado.

Objetivos pendientes de la IA

En su intervención, Jorge Bondía, ingeniero y catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia, ha comentado que “la inteligencia artificial quizás no ha cumplido todavía los objetivos por los que se ha desarrollado”. “La idea es dar a la maquina la capacidad que tiene el humano. En el proceso se han desarrollado herramientas que permiten resolver problemas, incluso mucho mejor que el humano. Algunas de estas acciones son las de clasificar, agrupar, predecir o aprender a partir de los datos disponibles”.

“Cuando hacemos un diagnóstico, realmente clasificamos la información, observamos la imagen y revisamos los datos. La conclusión es si realmente existe o no existe tal patología. Estas acciones se pueden automatizar muchísimo si utilizamos las herramientas analíticas de la inteligencia artificial”, ha explicado.

Otro ejemplo sería a la hora de ajustar un tratamiento a un paciente: “Si realmente tenemos una estratificación a partir de una población grande de pacientes y técnicas de repetición que permiten predecir mejor cuántas personas van a desarrollar complicaciones o no en base a ciertos parámetros de esa cohorte, podemos personalizar mejor una terapia”.

En diabetes, la aplicación de tecnología y la inteligencia artificial resulta muy interesante, porque, por ejemplo, permiten “predecir mejor” los datos de la glucosa. “Podemos aprender modelos a partir de datos de una cohorte y luego trasponer ese conocimiento a un paciente en particular. Se trata de conseguir mejores herramientas analíticas que permitan avanzar hacia una medicina más personalizada. En la consulta es interesante descargar al médico de la tarea de análisis y revisión de datos para que pueda destinar más tiempo a hablar con su paciente”. Finalmente, Jorge Bondía ha recordado que la Unión Europea destinará gran parte de su presupuesto en los próximos años al desarrollo de la innovación tecnológica y la IA.

 

 

Visión del gestor

Por su parte, Xavier Corbella ha comentado que como gestor le preocupa la ciberseguridad, por el tipo de información que se maneja”. “También debemos mejorar la eficiencia operativa, así como aumentar la capacidad analítica y una mejora de los resultados clínicos”, ha dicho este especialista.

Otro beneficio podría ser la reducción de costes de gestión y de atención. “Tal vez no consigamos un ahorro en recursos humanos, pero sí una optimización de los mismos gracias a la reubicación. Otros objetivos deben ser “mejorar el alcance de los servicios, el acceso a la atención sanitaria y la satisfacción del paciente”, ha dicho el también vicedecano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universitat Internacional de Catalunya.

Entre los puntos que se deben mejorar, Xavier Corbella ha destacado la formación del personal, tanto de los gestores como del resto de profesionales. “¿Cuándo podemos utilizar los recursos que nos proporciona la inteligencia artificial?” se ha preguntado. Es una cuestión que todavía no tienen una respuesta concreta.

 

Atención Primaria, pionera en el uso de nuevas tecnologías

En el entorno de Atención Primaria, Flora López Simarro ha hablado de su experiencia como médico de Familia del CAP Martorell de Barcelona. “Las nuevas tecnologías han mejorado muchísimo el manejo de la diabetes. Los pacientes se pueden controlar mediante consultas telefónicas o e-consultas e, incluso, podemos hacer un ajuste de medicación. Probablemente, a partir de ahora, el paciente con diabetes solo tenga que acudir a la consulta una vez al año. En esa visita habría que hacerle todas las exploraciones complementarias y todas las revisiones necesarias. El resto de las acciones podrán hacerse a través de consultas por internet o telemedicina. Sin duda, es una herramienta muy útil porque el paciente también nos puede enviar documentos, sus perfiles de control, fotografías, etc.”.

“Asimismo, gracias a las consultas interactivas el médico puede enviar a sus pacientes ajuste de fármacos, informes y documentos para cumplir las dietas, entre otras gestiones”, ha comentado.

“Las nuevas tecnologías se están desarrollado desde hace ya tiempo, pero la pandemia ha conseguido implementarlas a pasos agigantados”, ha recalcado Flora López. “En mi centro de trabajo hemos pasado de hacer 900 e-consultas en septiembre de 2019 a 3.500 en septiembre de 2020. Realmente, la telemedicina, las consultas online y las nuevas tecnologías han tenido un despliegue fundamental durante los últimos meses. Los médicos de Atención Primaria hemos visto la utilidad de estas herramientas y las vamos a seguir compaginando con la visita presencial”.

“La Atención Primaria ha sido pionera en la informatización de la historia clínica. Produce y gestiona una gran cantidad de datos derivados de la historia clínica. Toda esta información, gestionada gracias a las nuevas tecnologías, nos puede proporcionar muchos beneficios a la hora de gestionar las consultas”, ha comentado.

Probablemente, según López Simarro, “el médico del futuro tendrá que ser un profesional con altas competencias en nuevas tecnologías y en inteligencia artificial, pero también con altas competencias en la relación médico-paciente y en la comunicación”.

En definitiva, según esta especialista en Medicina de Familia, “el análisis automático no sustituye al ser humano, sino que permite al profesional hacer otros procesos que aportan más valor”.

 

Con este webinar el Grupo CTD cierra su ciclo de webinars ‘Una transición necesaria: Hacia un nuevo modelo de atención al paciente con diabetes’. En anteriores ocasiones, los expertos del Grupo Clínico y Traslacional en Diabetes han abordado otros temas de actualidad, como ‘Lecciones de una pandemia: Telemedicina y diabetes’ y ‘El hospital líquido: Desarrollando la atención sanitaria del futuro’. Todas las reuniones han sido transmitidas por streaming y pueden ser consultadas en la página www.grupoctd.com.