La obesidad grave es un nuevo término que están empezando a utilizar los endocrinos americanos, asustados ante la tasa creciente de obesidad entre los más pequeños de la casa. Aunque la tasa de obesidad entre los niños estadounidenses parece haberse estabilizado, el número de niños con obesidad grave sigue aumentando, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
El investigador principal Aaron Kelly, profesor adjunto de pediatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Minnesota, en Mineápolis está comprobando en sus consultas, al igual que muchos de sus colegas, como la pésima alimentación de los niños y adolescentes americanos está provocando casos extremos de obesidad y por ello han decidido «definir una nueva clase de obesidad pediátrica llamada obesidad grave», señala en un artículo publicado en Medline plus que recoge a su vez el publicado este pasado 9 de Septiembre en la publicación científica de la Asociación Americana del Corazón.
Se considera que los niños tienen obesidad grave si su índice de masa corporal está por encima del percentil 95 para su sexo y edad. Por ejemplo, si una niña de 7 años de edad, de mediana estatura, pesa 34 kg o si un niño de 13 años pesa 72.5 kg se considerará que ambos tienen obesidad grave.»Este tipo de obesidad es diferente a la obesidad tradicional y al sobrepeso en los niños», señala Kelly en la entrevista «Es una forma extrema de obesidad».
Las consecuencias médicas de estos excesos están al orden del día. Alrededor del 5% de los niños y adolescentes que caen ahora dentro de esta categoría, la obesidad grave, están en alto riesgo de enfermedad cardíaca prematura y de diabetes tipo 2. Es decir, al borde de la muerte.
Las medidas de tratamiento para los niños con obesidad grave comprenden desde cambios en el estilo de vida, tales como dieta y ejercicio, hasta medidas más intensivas, incluidos medicamentos para bajar de peso y, en algunos casos, cirugía para reducir el tamaño del estómago. Desafortunadamente, apuntó Kelly, la dieta y el ejercicio no funcionan del todo bien en estos niños. Además, los medicamentos y la cirugía están limitados por su alcance: la cirugía no es apropiada para, o no está disponible para todos los niños con obesidad grave y el uso de los medicamentos más eficaces para bajar de peso no está aprobado en los niños, apuntó Kelly.
Realizar más investigaciones sobre tratamientos eficaces es clave, al igual que reconocer la obesidad grave como una enfermedad crónica, explicó.
Si las raciones fuesen mas pequeñas -y no enormes – el efecto no seria tan devastador.
En USA y en todas partes.