Una nueva investigación de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, publicada en el British Medical Journal, concluye que los ácidos grasos omega-3 tienen poco o ningún efecto sobre el riesgo de diabetes tipo 2. Una afirmación que contrasta con la cantidad de información que en los últimos años se ha vertido en torno a la protección que ciertos alimentos, con omega-3, ofrecían ya no solo a las personas con diabetes, sino a la sociedad en general.
El aumento del consumo de suplementos de omega-3 se promueve ampliamente a nivel mundial debido a la creencia común de que protegerá contra la diabetes tipo 2; pero esta revisión científica encargada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comprobado que su ingesta no revertirá sus efectos.
Según ha declarado Sebastián García, portavoz de Guía de Suplementos, junto al tratamiento farmacológico y la práctica de ejercicio físico de forma habitual, una nutrición adaptada permite mejorar y ayudar a normalizar los niveles de glucosa en sangre de las personas con diabetes. Según ha declarado, “las personas con diabetes necesitan consumir las porciones recomendadas de alimentos ricos en grasas o en proteínas para evitar desequilibrios de los niveles de glucosa en sangre y tener alteraciones metabólicos, por lo tanto es preciso hacer hincapié en ello para mantener un buen estado de salud”.
¿Existe suficiente evidencia científica en torno a los ácidos omega-3?
Respecto al consumo de ácidos grasos omega-3, la evidencia científica no parece estar de acuerdo en personas con diabetes tipo 2. En este sentido, en la investigación fueron seleccionados al azar más de 58.000 participantes para ensayos de largo plazo, dando como resultado que el 4 % de los integrantes desarrollaron diabetes.
Las personas que fueron elegidas al azar para consumir más grasas omega-3 de cadena larga (aceites de pescado) tenían el mismo riesgo de diagnóstico de diabetes que el grupo que no tomó este suplemento.
El estudio afirma que la glucosa en sangre, la insulina y la hemoglobina glicosilada son similares tanto en quienes toman como en las que no toman suplementos de aceite de pescado. Por lo tanto, hubo una ausencia total de efecto de omega-3 en cualquiera de estos factores relacionados con el riesgo de diabetes.
El artículo original lo puedes leer en este enlace: https://www.bmj.com/content/366/bmj.l4697