Dos porciones de pescado graso a la semana podrían ser suficientes para reducir el riesgo de ceguera en  personas con diabetes según un nuevo estudio español. O dicho de otra manera, el consumo de Omega 3 implica menor riesgo de padecer retinopatía diabética.

La retinopatía diabética es una complicación grave de la diabetes como resultado de una caída en el suministro de sangre en la retina del paciente. Además según el barómetro mundial sobre retinopatía presentado el año pasado, la pérdida de visión es una de las principales preocupaciones de las personas con diabetes.

Según el investigador Aleix Sala-Vila del CIBER (Centro de Investigación Biomédica en Red) en Barcelona con este estudio «queríamos comprobar si el consumo regular de productos del mar, como pescado graso, o aceites de pescado disminuían el riesgo de la retinopatía diabética».

El origen del estudio

El equipo de investigadores se centró en pacientes cuya dieta en general ya estaba compuesta de alimentos bajos en grasa o vegetal basados en su mayor parte. El equipo encontró que aquellos que consumían al menos dos porciones de pescado graso por semana grasos tenían un menor riesgo de retinopatía diabética que aquellos cuyas dietas incluían menos pescado.

Los participantes del estudio fueron extraídos de un estudio anterior que había dividido residentes en España con diabetes tipo 2 en tres grupos diferentes, cada uno asignado a una dieta diferente.

El primer grupo siguió una dieta baja en grasa. El segundo una dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen extra. Y el tercero una dieta mediterránea, complementada con 30 gramos al día de ácidos grasos omega-3 ricos nueces, avellanas y almendras.

Ese primer estudio encontró que los del segundo grupo, vieron caer su riesgo de visión.

Fue entonces cuando el equipo de Sala-Vila pidió cerca de 3.600 hombres y mujeres diabéticas entre las edades de 55 y 80 para informar de la frecuencia con que consumían ocho tipos de mariscos antes de embarcarse en sus dietas asignadas. Este grupo más numeroso fue estudiado durante 5 años.

Los investigadores encontraron que los que habitualmente consumían 500 miligramos (mg) al día de ácidos grasos omega-3 en sus dietas (igual a dos porciones de pescado graso por semana) tenían un 48 por ciento menos de probabilidades de desarrollar retinopatía diabética que los que consumieron menos.

El investigador Sala-Vila apunta como la causa principal una caída en la inflamación sistémica que se produce cuando los niveles generales de ácidos grasos omega-3 aumentan.