El CSIC ha creado en Sevilla un aceite de oliva para prevenir la diabetes. Según un estudio clínico realizado a 176 personas seleccionadas entre 25 centros del Servicio Andaluz de Salud, este nuevo aceite es capaz de prevenir la diabetes tipo 2.
El estudio, desarrollado entre 2010 y 2018 en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, ha demostrado la utilidad de un nuevo tipo de aceite de oliva. El producto ha sido desarrollado por el Grupo de Compuestos Bioactivos, Nutrición y Salud del Instituto de la Grasa (IG), centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) de Sevilla.
Se trata de un aceite de oliva funcional enriquecido en ácido oleanólico. Este ha demostrado ser capaz de reducir a la mitad el riesgo de desarrollar diabetes en individuos prediabéticos, es decir, aquellos que poseen una glucemia basal alterada y tolerancia a la glucosa alterada.
El nuevo alimento funcional
La investigación, que acaba de ser publicado por Diabetes, Obesity and Metabolism, expone el nuevo alimento funcional. Este aceite incorpora concentraciones terapéuticas de ácido oleanólico natural, obtenido con alta pureza de la hoja de olivo mediante un procedimiento patentado en 2001 por el mismo grupo.
Además de en la hoja del olivo, el ácido oleanólico puede encontrarse en la cutícula de la aceituna, aunque solo una pequeña parte pasa al aceite de oliva durante su elaboración.
Al enriquecer el aceite con mayores cantidades de este ácido, se obtiene un nuevo alimento funcional perfecto para las dietas personalizadas enfocadas a combatir enfermedades crónicas. Es por esto por lo que estamos ante un aceite de oliva para prevenir la diabetes.
Resultados del ensayo
Durante el ensayo, que duró 30 meses, 176 individuos tomaron diariamente 55 mililitros de este aceite de oliva funcional enriquecido en ácido oleanólico. El resultado fue una reducción del 55% del riesgo relativo de desarrollar diabetes tipo 2.
Los participantes voluntarios del ensayo clínico no han descrito efectos adversos durante el proceso. A su vez, el primer estudio retrospectivo de las historias médicas ha mostrado una menor incidencia de eventos cardiovasculares, renales y hepáticos desde el comienzo del estudio hasta dos años después de finalizar su participación en el ensayo.