La intervención temprana e integral, es necesaria para el control adecuado de la diabetes tipo 2. Desde que el paciente accedes por primera veza la consulta, hay que realizar una valoración general para valorar si existen factores de riesgo cardiovasculares (como la tensión, fumar, el colesterol alto, la obesidad….). Y es que más de la mitad de los casos de complicaciones asociadas a la diabetes tienen su origen en enfermedades cardiovasculares.
La resistencia a la insulina, la hiperglucemia y otras alteraciones relacionadas con la diabetes, provoca daños en los vasos sanguíneos, lo que provoca enfermedades cardiovasculares. De manera que, como ha explicado la doctora María Dolores García de Lucas, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Costa del Sol de Marbella durante su intervención en la sesión científica El paciente con diabetes es de MI especialidad, que se ha celebrado en el marco del 42 Congreso Nacional de la SEMI, con la colaboración de Novo Nordisk y la participación de reconocidos expertos en la materia, “hay que tomar decisiones terapéuticas en función del riesgo cardiovascular que tenga la persona con diabetes, así como indicarle que haga una dieta y una actividad física apropiadas a su condición”.
Para obtener un control adecuado de la diabetes tipo 2, debemos recordar que este tipo de diabetes está relacionada con el síndrome cardiometabólico, por lo que no existe un único mecanismo por el que el azúcar incrementa el riesgo de sufrir un episodio cardiovascular. Normalmente se trata de personas con obesidad abdominal (basada en un riesgo genético) que si desarrollan malos hábitos de vida, suelen desarrollar diferentes patologías. “Más de la mitad de los casos de complicaciones asociadas a la diabetes se deban a enfermedades cardiovasculares. Complicaciones que producen ingresos hospitalarios, pérdida de años de esperanza de vida o mortalidad” señala la doctora García de Lucas.
Un enfoque temprano, preverá posible complicaciones a largo plazo, para lo que, como afirma la doctora, “además de revisar periódicamente los pactos a los que llegamos con el paciente en cada consulta, una vez que hacemos cualquier cambio en su tratamiento y estilo de vida deberíamos poder volver a revisarle en 4-6 semanas para ver si eso es adecuado o si tenemos que hacer algún cambio y motivarle. La educación diabetológica ha de ser continua”.