La diabetes tipo 2 se ha convertido en una epidemia global que afecta a más de 380 millones de personas en todo el mundo; sin embargo, hay lagunas de conocimiento sobre la etiología de la diabetes tipo 2. La DM2 es también un factor de riesgo significativo para la enfermedad cardíaca, pero las vías biológicas que explican la conexión se han mantenido algo oscuras.
Ahora, en un gran análisis de datos genéticos, publicado en «Nature Genetics», un equipo, dirigido por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania ha examinado por primera vez qué causa la DM2 y han demostrado cómo la DM2 y la enfermedad cardíaca -las dos enfermedades que son la principal causa de morbilidad y mortalidad global- están vinculadas.
Examinando la información del genoma de más de 250.000 sujetos, los investigadores descubrieron 16 nuevos factores de riesgo genéticos de diabetes y un nuevo factor de riesgo genético de enfermedad cardíaca; proporcionando así nuevos conocimientos sobre los mecanismos de las dos enfermedades. A continuación, mostraron que la mayoría de los sitios en el genoma que se sabe que están asociados con mayor riesgo de diabetes también se vinculan con mayor riesgo de cardiopatía.
Para ocho de estos sitios, los investigadores fueron capaces de identificar una variante genética específica que influye en el riesgo de ambas enfermedades. Los factores de riesgo genético compartidos afectan a vías biológicas, incluyendo la inmunidad, la proliferación celular y el desarrollo del corazón. Los hallazgos se suman a la comprensión científica básica de estas dos principales enfermedades y apuntan a posibles dianas para futuros fármacos.
«Identificar estas variantes genéticas vinculadas tanto a la diabetes tipo 2 como al riesgo de enfermedad cardíaca, en principio, abre oportunidades para reducir el riesgo de ambas con un único fármaco -afirma el autor del estudio, Danés Saleheen, profesor asistente de Bioestadística y Epidemiología-. Desde una perspectiva de desarrollo farmacológico, tendría sentido centrarse en las vías que están más fuertemente vinculadas a ambas enfermedades».
El estudio evidencia de que, en general, el vínculo genético entre las enfermedades parece funcionar en una dirección, de modo que los genes de riesgo para la diabetes tipo 2 tienen más probabilidades de estar asociados con un mayor riesgo de cardiopatía que al revés. Además, podría haber algunas vías donde la disminución farmacológica de una enfermedad aumenta el riesgo de la otra.
«Utilizando la evidencia de la genética humana, debería ser posible diseñar fármacos para la diabetes tipo 2 que tengan efectos beneficiosos o neutros sobre el riesgo de cardiopatía coronaria, sin embargo, es importante identificar las vías que disminuyen el riesgo de tipo 2 diabetes pero que elevan el riesgo de ECC», dice Saleheen.
Los científicos también encontraron que las variantes genéticas relacionadas con la diabetes tienden a diferir en sus aparentes efectos sobre el riesgo de cardiopatía coronaria, dependiendo de sus mecanismos. Las variantes que incrementan la probabilidad de obesidad o presión arterial alta, por ejemplo, parecen aumentar el riesgo de cardiopatía coronaria con más fuerza que las variantes que alteran los niveles de insulina o glucosa.