Tras la realización de varios estudios observacionales, el consumo de café se ha asociado habitualmente con un menor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Los ensayos que han examinado el efecto del consumo de café sobre el metabolismo de la glucosa hasta ahora se han visto limitados por múltiples factores. El uso de índices sustitutivos de sensibilidad a la insulina, muestras de pequeño tamaño, falta de cegamiento o corta duración del seguimiento han dificultado la consecución de resultados esclarecedores. Por ello, un grupo de investigadores se planteó confirmar que el café no afecta a la sensibilidad a la insulina.

Con este estudio, publicado por la revista The American Journal of Clinical Nutrition, los expertos se enfocan en el objetivo de superar las limitaciones encontradas en investigaciones previas en torno al tema. Es por eso que recurrieron a un ensayo aleatorizado controlado con placebo del efecto del consumo de café sobre la sensibilidad a la insulina.

“Llevamos a cabo un ensayo aleatorizado controlado con placebo de 24 semanas en 126 hombres y mujeres con sobrepeso, no sensibles a la insulina, de entre 35 y 69 años”, aclaran los investigadores. Los participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir diariamente 4 tazas de café instantáneo regular o 4 tazas de una bebida placebo similar al café.

El resultado primario fue la cantidad de glucosa metabolizada por kilogramo de peso corporal por minuto, evaluada mediante una pinza euglucémica hiperinsulinémica durante condiciones de estado estacionario. Por otro lado, los resultados secundarios incluían medidas como la sensibilidad a la insulina basadas en pinzas, mediadores biológicos de la sensibilidad a la insulina, y parámetros del metabolismo de la glucosa en ayunas.

Resultados y conclusiones

Al parecer, el consumo de café no cambió significativamente la sensibilidad a la insulina en comparación con el placebo. Tampoco se muestras diferencias destacables en la glucosa plasmática en ayunas o medidores biológicos de la resistencia a la insulina.

Durante las 24 semanas que duró el estudio, la mayor diferencia observada se dio en la pérdida de masa grasa y la reducción de las concentraciones de creatina en la orina. Tras comprar los resultados de ambos grupos de estudio, solo aquellos que consumieron 4 taza de café al día experimentaron esta bajada de valores. Por lo tanto, tras llevar a cabo la comparativa de resultados, se puede afirma que el café no afecta a la sensibilidad a la insulina.