La impresión 3D está demostrando no tener limites, hoy las posibilidades que ofrece esta tecnología han rebasado todas las expectativas iniciales. La impresión 3D también llamada, fabricación por edición, consiste en la reproducción de un objeto que es diseñado inicialmente en una computadora, luego el boceto es enviado de modo virtual a una máquina y esta lee el modelo comenzando a imprimirlo capa por capa hasta completar un figura en tres dimensiones.
Pues bien, ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Twente, en los Países Bajos, ha explorado un uso innovador para las técnicas de impresión 3D, al desarrollar una estructura tridimensional, compuesta por una mezcla de alginato/gelatina en forma de redecilla, capaz de lograr que un grupo de células generadoras de insulina se implanten en el páncreas sin ser rechazadas por el sistema inmunológico. Estas pruebas se han realizado en un grupo de pacientes con Diabetes Tipo 1 y los resultados podrían ser óptimos.
Dichas células, conocidas bajo el nombre de islotes de Langerhans, son las encargadas de producir insulina y glucagón en el páncreas, elementos cruciales cuando se presentan situaciones como las hipoglucémias graves, y que además son necesarios en el organismo para ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre y evitar las hipoglucemias leves.
Según el artículo científico de la investigación sobre la impresión 3D, publicado en IOP Publishing Biofabrication, tras la integración de los islotes a la estructura creada por impresión 3D, a través la técnica de bioplotting (utilizando elementos biológicos para imprimir estructuras tridimensionales), ambos elementos mostraron una funcionalidad completa e integral, funcionando como un medio de suministro que no generó rechazo en el tejido de los sujetos de prueba.
«Nuestros resultados sobre la impresión 3D muestran que una vez que se recuperaron las células de los islotes de los andamios de alginato gelatina en el laboratorio fueron capaces de producir insulina y responder a la glucosa de la misma manera que células no impresas de los islotes, lo que indica que el procedimiento no había afectado a su viabilidad o función en absoluto», resalta el coautor del estudio.
De modo que su implementación exitosa podría significar en un futuro muy cercano un paso importante hacia la cura de esta enfermedad. Con una posibilidad de un tratamiento definitivo, que surgió partiendo de los principios de la impresión 3D. Una posibilidad que debemos tomar con cautela porque son muchas las fases de esta nueva técnica que deben ser cubiertas, pero sin duda es un buen camino.
Aquí os dejamos el artículo original: http://iopscience.iop.org/1758-5090/7/2/025009/article