El futuro ya está aquí, y es que, según The Proceedings of the National Academy of Sciences, un equipo de investigadores del Brigham and Women’s Hospital junto con compañeros de la Universidad de Harvard y la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) han generado una posibilidad de tratamiento más eficaz y rápido para los pacientes de diabetes tipo 1, gracias a la creación de un páncreas bioartificial.
Existen diversos tratamientos contra la diabetes de tipo 1, como los dispositivos de macroencapsulación (DEM), diseñados para proteger a las células generadoras de insulina de los ataques, al mismo tiempo que permiten el intercambio de nutrientes para que las células puedan seguir realizando sus funciones vitales. Al mismo tiempo los DEM tiene varias limitaciones, por lo que varios investigadores han diseñado una mejora del mismo (ceDEM), capaz de aportar nutrientes a las células de forma continua para mejorar la carga celular, la sensibilidad de la glucosa, la supervivencia celular y la secreción de insulina, lo que permite que varias capas de células crezcan y sobrevivan.
El prototipo de páncreas bioartificial, posee dos cámaras: una de equilibrio (EqC) encargada de recoger los nutrientes del entorno, y otra celular (CC) capaz de albergar las células protegidas. Este además posee muchas ventajas frente a las bombas de insulina convencionales. Permite a las células secretar insulina a demanda y dejar de hacerlo cuando los niveles de glucosa en sangre disminuyen.
Según el testimonio de Kisuk Yang, exbecario postdoctoral en el Laboratorio Karp y ahora profesor de la División de Bioingeniería de la Universidad Nacional de Incheon, en Corea del Sur, recogido en un artículo por Europa Press, “el dispositivo ceDEM tiene el potencial de ser un sistema autónomo que no requeriría la recarga y sustitución constantes de los cartuchos de insulina”.
Es un primer avance en torno al páncreas bioartificial, del que seguiremos muy atentos en los próximos meses.