Una bomba de insulina es un dispositivo sanitario que permite administrar de manera continúa al organismo la insulina que en cada momento necesita, a través de un pequeño catéter. Los beneficios para los pacientes diabéticos son múltiples aunque se resumen en dos generales.
El primero de ellos es que se reduce de forma considerable el número de pinchazos. Con la bomba de insulina en principio, sólo es necesario pincharse una vez cada tres días. El segundo de los grandes beneficios es que la bomba administra la cantidad de insulina que nuestro organismo necesita en cada momento, con lo que el control de nuestro metabolismo es prácticamente total y por tanto evita en gran cantidad de ocasiones las subidas o bajadas de azúcar.
Aunque se use una bomba de insulina, sigue siendo necesario monitorizar los niveles de glucemia a lo largo del día. Establecerá las dosis de insulina y las ajustará en función de la ingestión de alimentos y del programa de ejercicio que siga.
La terapia con bomba de insulina está indicada para personas de todas las edades con diabetes tipo 1. Está financiada por el Sistema Nacional de Salud. No obstante, su médico le indicará su idoneidad para esta terapia.
Antes de usar una bomba de insulina, se debe recibir formación en su uso. Esta formación con un enfermero o educador de diabetes se puede hacer en varias sesiones. Con su formador, puede aprender a adaptar la bomba de insulina a su estilo de vida y objetivos de terapia. También debe saber qué hacer en caso de complicaciones.
Es importante hablar con su médico y recibir formación en el uso de la bomba de insulina antes de empezar a usar el dispositivo usted solo.