“Para poder aplicar la Medicina de Precisión en la diabetes tipo 2 (DM2), y prescribir un tratamiento adecuado al metabolismo de cada paciente, es menester entender su heterogeneidad y distinguir los subtipos que la configuran”, opina el Dr. José Carlos Flórez, jefe del Servicio de Endocrinología e investigador del Centro de Medicina Genómica del Massachusetts General Hospital (EU.UU.) y encargado de clausurar con una conferencia magistral el XXXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes (Sedgranada).
La diabetes tipo 2 es una enfermedad heterogénea, y es un diagnóstico de exclusión al que se llega después de haber descartado la diabetes autoinmune y la diabetes monogénica. De hecho, cualquier síndrome de hiperglucemia que no corresponda a esos dos patrones es catalogado como diabetes tipo 2 que, en realidad, incluye un conglomerado de procesos fisiopatológicos que terminan desembocando en el desenlace final de elevación de glucosa en sangre.
Hacia la Medicina de Precisión en DM2
En base a esto, el investigador José Carlos Flórez considera imprescindible actualizar los métodos empleados hasta el momento, incorporando hallazgos fisiológicos y genéticos para identificar distintos subtipos de la diabetes tipo 2 e introducir una nueva clasificación de esta enfermedad. Según detalla el catedrático de la Facultad de Medicina de Harvard, “el objetivo es contar con modelos predictivos en diabetes que permitan aplicar un tratamiento adecuado a la fisiopatología de cada paciente”.
En estos momentos, como apunta este experto, “la decisión sobre qué fármacos recetar en cada situación no está basada en los mecanismos moleculares que han ocasionado la hiperglucemia”; según continúa explicando, “la elección terapéutica se basa en otras consideraciones (comorbilidades, efectos secundarios, coste) que, aunque perfectamente válidas, no se adecúan al proceso en marcha”. En esto, admite el Prof. Flórez, “distamos mucho del paradigma que se ha impuesto en otras especialidades como la Oncología, donde sí se ha pasado del modelo único de tratamientos genéricos que interfieren con la proliferación celular a otro en el que se diseñan y aplican fármacos dirigidos a las dianas alteradas en cada enfermo”.
Dos tendencias
Para superar esta brecha, se están imponiendo dos tendencias en el desarrollo de modelos predictivos en diabetes. La primera se basa en distinguir subtipos basados en características fenotípicas, que se pueden medir con facilidad pero que varían en función de la edad del paciente, su estado metabólico y el curso de su enfermedad.
La segunda se fundamenta en anclar los subtipos de diabetes en la genética “que, por ser inmutable, sólo hay que medirla una vez en la vida de cada persona y que no se altera ni por la enfermedad ni por su tratamiento”, afirma el experto de Harvard; pero, además, “la genética puede ser informada por la fisiología para obtener patrones que corresponden a la realidad biológica, reflejan lo que observamos en la clínica y son tanto interpretables como accionables”, detalla el Prof. Flórez, que se muestra especialmente partidario de esta tendencia.
En cualquier caso, en el momento actual ya es posible desarrollar métodos que distingan los distintos subtipos que configuran la diabetes. Ahora el siguiente paso, como indica el experto de la Universidad de Harvard, “es evaluar a qué proporción de la población se pueden aplicar, si marcan diferencias en cuanto al curso de la enfermedad, la incidencia de complicaciones y las pautas terapéuticas, y si tales métodos y sus consecuencias resultan en una ecuación beneficio-coste favorable”.
Ventajas clínicas y en investigación
La posibilidad de imponer estos criterios plantea importantes ventajas clínicas, derivadas sobre todo de poder determinar qué tipo de diabetes tiene cada persona y, de esta forma, “recetar un fármaco adecuado a su realidad y que permita superar el defecto metabólico vigente en cada caso”, subraya el conferenciante quien, de la misma manera, estima que esto también permitiría “aplicar medidas preventivas que optimicen la eficacia y minimicen los efectos secundarios de los tratamientos farmacológicos”.
Aparte de trascendentales implicaciones clínicas, la posibilidad de contar con estos modelos de predicción en diabetes abre innovadoras opciones de investigación. Un entendimiento más detallado sobre los mecanismos moleculares y celulares que causan la DM2, a juicio del José Carlos Flórez, “podría facilitar el descubrimiento de vías fisiopatológicas críticas y los nodos principales que causan la diabetes, dando lugar a nuevas dianas para el desarrollo de nuevas modalidades terapéuticas que no se limiten a controlar la hiperglucemia, sino que modifiquen el curso de la enfermedad”.
Como mensaje final, el conferenciante recuerda que para poder integrar todos los ejes biológicos que inciden en la diabetes (genómico, epigenómico, transcriptómico, proteómico, metabolómico, el microbioma, el ambiental y el conductual) “son esenciales los métodos computacionales a gran escala”. Con todo, matiza, “para que estos modelos realmente resulten en avances translacionales deben ser reproducibles, interpretables, accionables y sostenibles”.