Los descubrimientos y el desarrollo de nuevos medicamentos que ayudan a controlar la diabetes y a bajar de peso que han llevado a cabo cinco líderes mundiales en el campo de la endocrinología, Daniel J. Drucker, Jeffrey M. Friedman, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov, han sido reconocidos con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024.

Sus investigaciones, meritorias para el Premio Princesa de Asturias de Investigación 2024 que otorga anualmente la Fundación Princesa de Asturias, han permitido desarrollar nuevos fármacos, en un primer momento para el tratamiento de la diabetes que posteriormente se han aplicado con éxito a la lucha contra la obesidad y el sobrepeso, el conocido Ozempic, y para mitigar también patologías asociadas como las cardiovasculares.

Dónde y cómo empieza todo

Holst, investigador de la Universidad de Copenhague y uno de los mayores expertos en el campo de la diabetes, descubrió que los niveles de insulina se disparaban y los niveles de azúcar disminuían en pacientes sometidos a una cirugía intestinal y relacionó esos cambios con varias hormonas, como el glucagón, que se produce en el páncreas.

Paralelamente, Habener y Drucker, por un lado, y la bioquímica Mojsov, por otro, descubrieron desde Estados Unidos nuevos tipos de hormonas intestinales relacionadas con el control de peso, la GLP-1 y GLP-2, que han servido de base para el desarrollo de los nuevos medicamentos para la obesidad.

Friedman (Orlando, 1954), experto en genética molecular e investigador de la Universidad Rockefeller de Nueva York, ha centrado también sus trabajos en los mecanismos que regulan el peso corporal y en cómo la hormona leptina ayuda a reducirlo mediante la reducción de la ingesta de alimentos y el aumento de gasto de energía.

La obesidad en el centro de todo

El jurado del Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2024 ha querido con este galardón poner el foco en el “problema global de salud pública” que representa la obesidad.

El acta, que ha sido leída este pasado miércoles en Oviedo por el presidente del jurado, el físico Pedro Miguel Echenique Landiríbar, ha destacado que las investigaciones de los científicos galardonados han establecido las bases endocrinas de la diabetes y la obesidad, “patologías prominentes que son un problema global de salud pública sin tratamiento efectivo hasta la fecha”.

Según ha expuesto, Jeffrey M. Friedman ha sido pionero en establecer la base genética de la hormona que regula el apetito, mientras que Daniel J. Drucker, Joel F. Habener, Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov han estudiado el efecto de determinadas hormonas que regulan la secreción de insulina y consecuentemente los niveles de glucosa.

El jurado ha valorado que estas investigaciones han conducido al desarrollo de tratamientos que ya están disponibles y que están “mejorando la calidad de vida de cientos de millones de personas en todo el mundo”.

Estos trabajos están teniendo “un enorme impacto clínico y social, ya que han permitido por primera vez el desarrollo de fármacos eficaces para combatir la diabetes tipo 2 y la obesidad”, y además permiten mitigar patologías asociadas como las cardiovasculares, ha concluido el jurado.

El logro del Ozempic

La concesión del premio se enmarca en los avances logrados en los últimos años en el tratamiento de la diabetes tipo 2 con el desarrollo de fármacos que utilizan como principio activo la semaglutida, que juega un papel de contrapeso de la insulina en el equilibrio del azúcar en sangre.

Además, la semaglutida produce una notable reducción del apetito, lo que ha convertido en un éxito al Ozempic, uno de los fármacos producidos con este principio activo, y que, según la revista ‘Science’, representan el mayor avance científico de 2023.