Hay varios factores que pueden influir en la adherencia al tratamiento de los pacientes con diabetes y uno de ellos es el estrés derivado de la vuelta al trabajo. El cambio de rutina, la vuelta al trabajo y otras preocupaciones típicas de esta época son varios de los factores que pueden influir en el estrés, y es por ello que las personas con diabetes deben tener especial cuidado con los tratamientos para que no se alteren sus niveles de glucosa en sangre.

En situaciones de estrés, como puede ser la vuelta al trabajo, el cuerpo reacciona para asegurarse de que cuenta con suficiente azúcar y energía, lo que hace que caiga el nivel de insulina y aumente la glucosa en sangre. Además , se elevan los niveles de hormonas del estrés, lo que hace que los tejidos sean menos sensibles a la insulina.

La psicóloga Laura Fuster nos cuenta que el estrés provocado por la vuelta al trabajo puede cambiar nuestros hábitos alimenticios “La respuesta de estrés es una respuesta adaptativa del organismo para defenderse de una amenaza externa. En ella el corazón late más deprisa, lleva la sangre a las extremidades y la desvía del aparato digestivo. Por esta razón sentimos que se nos “cierra” el estómago y dejamos de sentir hambre. Otro efecto que se produce es que se movilizan las grasas internas como fuente de energía”.

Aseguran los expertos que pasado el momento de mayor peligro o cuando el organismo cree que ha gastado suficiente energía se produce una sensación de apetito mayor del habitual. Y no solo esto, sino que el apetito se orienta hacia platos de alto contenido calórico, con muchas grasas y azúcares.

Además, al utilizar las grasas internas para quemarlas, el estrés activa el mecanismo de acumulación de grasas. Si unimos un apetito excesivo a una acumulación de grasas más efectiva, el resultado es que engordaremos y nuestros niveles glucémicos se dispararán.

La psicóloga Laura Fuster nos recuerda que “si además el estrés es crónico, se producirán los “daños colaterales” de una inadecuada nutrición: obesidad, colesterol elevado, tensión arterial alta, etc”. Por lo tanto si se tiene estrés es más necesario que nunca cuidar especialmente la alimentación para evitar todas estas patologías.

Leemos hoy en el Global que según un estudio realizado en México, el estrés está asociado también a la mala adherencia a los tratamientos; y en palabras de Serafín Murillo, investigador del CIBERDEM-IDIBAPS, Hospital Clínic de Barcelona, “el estrés es un problema por partida doble para las personas con diabetes: no sólo libera glucosa en la sangre, sino que puede ser el causante de malos hábitos alimentarios y de la falta de autocuidado, lo que repercute negativamente en la calidad de vida del paciente”.

Resumiendo, el consejo es tomarnos la vuelta al trabajo con la mayor calma posible. Hacerlo, si se puede, de una forma gradual e intentar mantener los hábitos más saludables posible.